Concursos COTINA: Secretos Anecdóticos - semana 15 / por @sabrip

Hola hola amigos, Concursos Cotina nos trae un nueva iniciativa en donde contaremos una anécdota o acontecimiento que hayamos vivido en nuestra experiencia laboral.

En cualquier ambiente laboral suceden acontecimientos que siempre debemos saber cómo manejar, muchas veces queremos nos exaltamos por como resultan las cosas pero lo ideal es mantener la calma ante cualquier cosa.

Mi trabajo anterior era Inspector de Seguridad en “DAKA”, ese puesto no me gustaba para nada pero me dieron la opción a optar por otro puesto si quedaba vacante. Este cargo no es más que estar pendiente que las personas no roben, odiaba cuando me decían vigilante, pero lamentablemente eso éramos.

Solo los Inspectores de Seguridad tenían acceso al cuarto de cámara, cosa que era confidencial, había cámaras que no funcionaban y no podíamos decir nada. En varias ocasiones compañeros de otro departamento preguntaban y yo le decía que si funcionaban todas las cámaras. Las cámaras que no podían dejar de funcionar eran las de las cajas.

Hubo una oportunidad que en una oferta la tienda se llenó totalmente y teníamos que estar mucho más pendiente, se hacían colas para entrar. Terminada nuestra jornada de trabajo a una de las cajeras le faltaron 50$, conto varias veces pero aun había faltante, la administradora también chequeo y seguía faltando el dinero.

Inmediatamente 3 compañeros junto con el supervisor subimos al cuarto de cámara y los 7 restantes se quedaron abajo. Después de 3 horas viendo el video percatamos que la cajera se equivocó con el vuelto, ósea le dio de más, los 50$ que faltaban. Se pasó la información a la oficina y fue que pudimos irnos a nuestras casas súper tarde. Había transporte pero como había que dar muchas vueltas le dije a mi esposo que fuera a buscar.

Al día siguiente la cajera fue llamada a la oficina de administración y firmo un papel donde mensualmente se le descontaría cierta cantidad de dinero. Pienso que todo esto se debió al estrés, tantos clientes, solo dos cajeras y la presión que ellas tenían de atender rápido porque lo clientes se quejaban. Un mes después hubo otra oferta pero la jefa de administración le sugirió que cobraran con calma, que si los clientes estaban interesados, debían esperar. Las chicas tomaron en cuenta esas sugerencias y no hubo faltante de dinero.