Sé, por experiencia propia, como se siente cuando los demás te ven como un fenómeno o como alguien cuya capacidad está en tela de juicio.
En mi caso, logré colocarme una armadura para evitar que otros me dañaran, y a veces, por mi capacidad de aprender muy rápido, creo que rayo de prepotente, engreído, crecido, fanfarrón.... etc. No sé cuál sería la palabra que más me identifica, pero, no pierdo oportunidad de resaltar esta habilidad a quienes en algún momento me ha menospreciado.
Una cosa es segura: Dios exalta a quien se humilla a sí mismo, y tu experiencia de tipo "castigo" es el mejor ejemplo que puedes brindarnos.
Es un placer haberme tropezado con tu escrito, y espero podamos leernos con más frecuencia.
Las personas que aprendemos y ponemos en práctica lo que sabemos a menudo se nos ve con cierto recelo, pues este mundo tiene mucha gente que ha aprendido y no pone en práctica lo que sabe.
No se si te paso, pero recuerdo que de niño mis padres decían que lo importante era tener un título en una carrera que fuese lucrativa, te gustara o no. Y a mucha gente le paso que estudiaron cosas que no les gustaban solo por tener un título como si fuera de esos que se les da a la realeza. Después de graduados no ejercieron o no se les dio como se lo pintaron y eso los frustro.
No es cuestión de usar armaduras, sino de entender la posición del otro, cuando entiendas que los demás con su rechazo expresan sufrimiento, que en su afán de ridiculizarte o denigrarte te dicen que se sienten inferiores, puedes entender que no tienes nada de que protegerte. Tampoco de sentirte superior, pues que un ser humano quiera compararse con uno por no sentirse suficiente lo que da es tristeza.
Gracias por leerme, tambien espero verte publicando por acá.