Mi Carta a Santa Claus

Querido Santa Claus.

Quiero contarte, sin esconderte nada, cuál fe mi comportamiento este año que está finalizando.

Hace mucho tiempo que no te escribo, pues no vi la necesidad de hacerlo. Realmente, llegué a pensar que era una pérdida de tiempo, ya que con tus muchas ocupaciones, no tendrías tiempo para alguien como yo.

No puedo decir que mi comportamiento este año fue maravilloso; tuve muchas oportunidades para no hacer lo correcto, y así lo hice, sin pensar en las consecuencias que esto traería más adelante. Sin embargo, quiero que sepas, que a pesar de mis múltiples errores, tomé la decisión de hacer lo correcto a pesar de que no fuera muy agradable al respecto.

Tampoco es que hayan sido muchas o de mucha gravedad, no obstante, al recordar esos momentos, mi corazón se llena de tristeza, pues, justo ahora me estoy atreviendo a escribirte para pedirte lo que muchas veces negué a otros: La posibilidad de ser felices

Las consecuencias de mis actos creo que las he pagado, no sé si debo pagarlas también con intereses, pero todas en su mayoría las he pagado, porque cuando tenía cerca, muy muy cerca mis objetivos para ser alcanzados, de alguna manera ocurría situaciones que me impedían obtener el premio de mi trabajo o de mi esfuerzo.

Han sido mucho mis errores, debo admitirlo, pero también creo que debes saber que por cada error, me esforcé no solo para pagarlo, sino también para hacer algo bueno por otros, y esto dio como resultado obtener algunos premios que han sido muy satisfactorios como lo ha sido que una de mis hijas que vivía en Colombia, ya esté conmigo, que mi familia esté bien, que la operación de mi mamá haya sido un éxito, que esta navidad podamos compartir con más familia que ha llegado de otros países, y esto es bastante bueno.

Tengo muchos deseos para este nuevo año que llega; El primero de ellos es irme a vivir a los Estados Unidos, para o cuál, ya estoy esperando que mi proceso para el permiso de permanencia temporal sea aprobado, encontré un nuevo empleo con el cual he conocido otras ciudades del Sur de Chile, y lo más primordial, nadie de la familia está enfermo o con problemas económicos.

También deseo que, al llegar, las propuestas de trabajo que tengo se den, y que de todas las opciones, me quede con la mejor y más conveniente para mí. Espero contar con el discernimiento para ello, puesto que no conozco que puede suceder en el futuro, pero sí tengo mucha fe de que todo saldrá bien.

No pienso en darme la buena vida, como hacen muchos de los que se van, teniendo de todo, pero al mismo tiempo, nada les pertenece. No haré nada como esto, al contrario, quiero tener la fuerza, la inteligencia y la capacidad, para seguir ayudando a las personas que lo necesitan, sean de mi familia o no, y probablemente, al tener mejores ingresos, esa lista se agrande, porque he leído que quien da al que no tiene, le estoy prestando directamente a Dios. No es que quiera cobrarle, pero estoy seguro de que seré bendecido en abundancia.

También deseo que, pueda llevarme a familia lo antes posible, ya que no es bueno estar tanto tiempo sin ellos.

Deseo tantas cosas que no podría enunciarlas todas aquí. A pesar de ello, te he escrito las más importantes para mí, no dejando por fuera mi deseo de que otras personas sean ayudadas, y si aún no te han escrito una carta, entiendas que el deseo de su corazón es recibir algo de felicidad, o que al menos, entiendan que esta reside dentro de cada uno de nosotros.

Espero que esta carta te llegue junto con la carta de los demás que te han escrito con sus deseos. Te he llamado Santa Claus, no obstante, aquí en Chile te llaman el viejito pascuero, pero creo que el nombre que usen no es tan importante cuando entendemos quién eres y que eres capaz de hacer para dar felicidad a quienes confían en ti.

Me despediré pidiendo sabiduría a todos los que aquí hacemos vida, para aprender a convivir y ser más proactivos, entendiendo que no todos pueden escribir 3 publicaciones diarias y así puedan ser visitados por esos curadores que, con su voto, pueden esbozar una sonrisa en el rostro de quien está afligido.

Con mucho cariño me despido, confiando que todas estas cosas que he puesto en mi carta, puedan ser leídas y contestadas.

Atte, Oneray.

Contenido original y totalmente escrito para #steemit por un venezolano en Chile.

¿Quieres saber más de mí? Puedes leer Mi Presentación, Logro 1

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