Hola queridos lectores, en esta semana no pude conseguir algo que quisiera reseñar, así que decidí contarles sobre una actividad, que hacía mucho en mis tiempos en el colegio.

Las salidas inesperadas, está actividad surge de que habían días, en los que salía más temprano de lo normal de mi colegio...

Mi colegio quedaba extremadamente lejos de mi casa, así que salir temprano era la excusa perfecta para regresar caminando, y es que a mí me encantaba caminar y conocer muchos sitios nuevos en mi pequeña ciudad.

Caminaba por los sitios más peligrosos e inseguros, acompañaba a mis amistades a su casa aunque me tuviera que regresar sólo, y es que el conocer, el ver nuevos paisajes me genero una tranquilidad y felicidad única.

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Tristemente con el pasar de los años mi ciudad se comenzó a ver más pequeña, incluso pensé que las salidas inesperadas dejarían de ocurrir, pero conocí a personas...

A muchas personas, y algunas se convirtieron poco a poco en mis nuevas salidas inesperadas, pero por alguna razón en los últimos años he puesto demasiadas excusas, y desde hace poco tiempo, he querido volver a ser feliz.

Así que, regresaron mis salidas inesperadas, invitar a una amiga por un helado o un café, tomarme fotos con personas en la calle, sonreírle a desconocidas, hablarles talvez, ser coqueto de vez en cuando y caminar( ésto último no saben cuánto lo extrañé).

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Ahora cuadrar, o, simplemente actuar y salir a medía noche sin avisar, con un grupo de amigos que no me abandono, cuando yo lo hice sin pensar...

Mis salidas inesperadas me piden que caminé más, que conozca mucho más lugares y que sonría, que canté y que sea yo mismo, como antes y no quiero renunciar más nunca a está increíble actividad.

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Únete conmigo en está actividad y sal, disfruta, no necesitas mucho, solo dar el primer pasó y no detenerte nunca más... Por más salidas inesperadas en nuestras vidas.🍻🍻 🍻

Muchas gracias por leer hasta el final.