Mi dia empezo algo tarde, tengo una rutina de lunes a sabado, donde despierto muy temprano pero por ser Domingo me permito descansar un poco más en cama. A eso de las 11:00 al fin me levante y realize mi aseo personal, alli si puedo decir que desperte por completo.

Al entrar a mi habitacion mi compañero de vida me informo que saldriamos pero no me diria a donde asi que eso me emociono y mucho, me prepare para la ocasion con ropa abrigada porque estamos en invierno y salimos, tomamos un taxi y luego de 45 minutos llegamos al Malecon de la punta del Callao.

Al llegar quede fascinada, hacia algun tiempo no visitaba la costa de Lima y era mi primera vez en este lugar tan hermoso. Las temperaturas son bajas, pero eso no es impedimento para disfrutar del paisaje y la tranquilidad que se consigue en la playa.

En lima existen muchas restricciones a fin de evitar los contagios por covid, es por eso que no hay posibilidad de acercarse más a la orilla de la playa (esto para evistar aglomeraciones) sin embargo, en esta zona uno puede disfrutar de caminatas muy amenas y seguras. Ademas la vista no tiene precio.

Al fin nos consiguieron una mesa en un lugar pequeño pero muy ameno y colorido llamado la "La Caleta" y por supuesto el menú era completamente marino, yo queria disfrutar de mi plato favorito que es el Ceviche y la jalea de pescado, y ese fue nuestro pedido.

Luego de deleitarnos con nuestro delicioso almuerzo, quedamos completamente satisfechos y seguimos nuestro recorrido por el lugar, y llegamos a un paseo a orilla de un humedal natural.

Vimos a la distancia que salian algunas personas en botes asi que decidimos ir hasta el lugar para ver si estaban realizando paseos en la playa y para nuestra fortuna este tipo de actividad recretiva no estaba en restriccion, y sin pensarlos nos subimos a uno.

Me encanto el paseo, pero se nos hacia tarde y queriamos caminar un poco mas por la zona, de verdad esta parte del Callao es muy linda, y cuentan con mucha seguridad.

En la distancia logramos ver algunos botes, asi que caminamos dos cuadras y nos dimos cuentas que estabamos cerca del puerto de una aduana Nacional. Por supuesto tomamos algunas fotografias y disfrutamos del ambiente y el sonido de las olas alli estuvimos poco tiempo, ya que estaba oscuresiendo y se nos hacia tarde para regresar.