Cada año para esta fecha ya ni recuerdo desde cuándo asisto a la Plaza Centurión donde la Familia Yanez y a la Plaza Miranda donde desde muy temprano los niños de mi ciudad se reúnen con sus caballos hechos de trapo para visitar a los Juanes y juanas de la ciudad y recibir golosinas por parte de ellos ya les explico por qué.

En tiempos de la Dictadura del Benemérito Juan Vicente Gómez, él amaba los caballos incluso tenía caballerizas, era su pasión y en una visita a Ciudad Bolívar las personas para caerle en gracia hicieron muchos caballos con retazos de tela y con ellos lo recibieron en el Aeropuerto, lo cual le gustó muchísimo, fue una muestra de cariño de las personas.

Pues bien había una señora llamada Catalina Yanez la cual tuvo 18 hijos, imaginense comprar juguetes para todos, imposible, cada San Juan les hacía a cada uno un caballo hasta que los vecinos empezaron a encargarle caballos para sus hijos y la tradición lleva más de 100 años.

Hoy en la Casa de Catalina Yánez estaba su hija Carlota, quien continúa la tradición y me contaba que su mamá llenaba el corredor de Caballitos y había un momento que no sabe como se caían todos al piso y doña Catalina agarraba un trapo y empezaba a recogerlos y a pegarles diciéndoles que por qué se caían que debían quedarse parados y que pronto los irían a buscar para echar varilla en otra parte.

Lo hermoso es escuchar a Carlota hablar con tanta pasión de esto que construyó su madre, es algo que me emociona demasiado llevé a mi hijo Eliezer y a mi sobrina Jimena, la verdad no cabía tanta felicidad en ellos, ver a todos los niños, correr por la plaza. Empezó el recorrido de visitar a los Juanes pero entre tanta gente no dejé que los niños se metieran a agarrar caramelos porque los podían golpear, el sol estaba inclemente y nos devolvimos a la Plaza.

De Camino nos paramos en un negocio a tomarnos un refresco y Eliezer molesto la chica le pregunta por que su bravura y el le dijo que los hombres no lo dejaron agarrar caramelos y eran para los niños, la chica agarro y metió la mano en un envase y le dijo toma estos caramelos son para ustedes, y el le dice a su papá agarra mi caballo se pone hacia atrás y le dice a la muchacha, estoy listo lanzalos, a ella le dió risa y ternura y le dijo no te los lanzaré ven que son tuyos el se acercó y tomó uno y ella le dijo todos son tuyos y bueno estaba feliz.

Nos dio pena con ella y vimos algo por lo que muero que es un twinkies Alejandro compró uno para cada uno y los comimos lentamente para saborearlos y volver a esos tiempos maravillosos que eran partes de nuestras meriendas, y continuamos nuevamente a la Plaza Miranda.

Ahí los niños alborotados, el sonido a todo volumen y los grupos de danzas y musicales activos en un gran desfile cultural realmente hermoso y colorido, al mediodía fuimos a un puesto de comida rápida y nos comimos unos bollitos de chicharrón y de guiso de hallacas, los mejores que hemos probado tanto que no me dio tiempo de tomarle las fotos.

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_{Danzas y juegos.}

Mi sobrina quiso pintarse la cara y luego los subimos al parque cuando bajó un poco el sol, el cual pasó todo el día inclemente, esperábamos que mi sobrina mayor iba a cantar con si grupo de Calipso pero se hizo tarde y aun no le tocaba, los niños estaban cansados y mi hermano nos fue a buscar para traernos a casa.

_{En el parque}

Llegamos a casa de mi mamá donde estuvimos jugando con el sobrino menor, Sebastian, preparamos café, pan y queso para llegar a casa directo a dormir. No me despediré sin antes dejarle un video de la señora Carlota Yanez quien es la voz de los Cañoneros de Julian Yanez para que vean lo feliz que la hacen estas festividades y lo activa que está, hasta mañana, se les quiere.

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