Gracias @soywilfredg, la verdad fue intenso recordar este suceso porque es la primera vez que lo cuento, pero al final me divertí escribiéndolo, así que ¡anímense! @helena4h, @yannichampion, y @jcastilloy, aquí les dejo en link de participación.

Concurso Coti-amigo| I Edición: Historias paranormales 👻😱👻 | por @SoyWilfredG

_{Visitas Inesperadas}

^Fuente

Vivíamos en la zona sur de la ciudad de Maracay, estado Aragua en Venezuela alejados del centro; era una urbanización nueva, pero al pasar el tiempo fue creciendo con nuevos habitantes y comercios, sin embargo, todo estaba construido sobre terrenos que habían sido una laguna y según cuentan fue un sitio de confrontaciones entre la resistencia indígena y sus invasores, así como años más tarde de otros lamentables accidentes.

Mi familia y yo vivimos allí por 20 años, y fue en mi adolescencia que empezaron a surgir cosas extrañas, ruidos y sombras. Hasta entonces mi hermana y demás familiares no sentían nada, tampoco yo les contaba.

Teníamos dos perros “poodles”, fieles compañeros y cada vez que me quedaba solo me encerraba en el cuarto con ellos. Un día, cuando todos se salieron de casa a sus actividades, pude escuchar desde mi cuarto un desorden en la cocina como si alguien abriera y cerrera la gaveta de la cubertería. Mis perros gruñían mientras yo me recostaba con la oreja pegada de la puerta de madera. Como todavía era de día me atrevía a salir, primero lo hacían corriendo los perros y como no ladraban podía llegar más seguro.

^Fuente

Le conté a un amigo, este solo lo tomaba a chiste, recuerdo que escuchábamos música en la sala, de pronto la licuadora de la cocina se encendió, nos miramos y con una contracción repentina nos movimos constatando el ruido, así que la desenchufé, de igual manera nos fuimos a su casa.

Mi madre tenía la costumbre de acomodar un pequeño altar y pedirle a las ánimas benditas el purgatoria que cuidara la casa, a veces discutíamos por eso, pues, yo me quedaba, pero debido a su indiferencia tuve que contarle lo que pasaba. Fue poco receptiva, creo que disimulaba para no hacerle peso a estos sucesos, pero una noche hacía mucho calor, esta ciudad como en este momento de abril en semana santa.

Lo cierto es que todos nos fuimos a dormir a mi cuarto por ser el más grande y con aire acondicionado. En la madrugada escuche el chirrido leve de la puerta del baño, me quedé inmóvil pero de inmediato dos botellas estallaron una contra la otra ensordeciendo a mi madre y a mí que dormíamos juntos en una cama grande; los demás dormían en dos camas sin sentir nada de los sucedido.

^Fuente

Mi madre me miró espantada, yo le sonreí. Ella se levantó y ambos rezamos. En la mañana se comunicó con una clarividente. Cuando llegó a la casa me miró fijamente como si fuese el fantasma que estuviera esperando ver.

FIN