El mar (Poema)
Fotografía de mi propiedad
Contemplo el mar, sentado en la orilla.
Veo llegar las olas que besan melodiosamente
la blanca arena de la playa calmada
y escucho el rumor de las aguas en las piedras.
A los lejos los barcos navegan sin cesar,
los alcatraces revolotean y por momentos
se detienen dejándose caer zambulléndose,
como si formaran una comparsa para la gente.
La refrescante brisa marina envuelve mi cuerpo
y la deslumbrante hermosura fija mi vista
en las ondas tranquilas y a veces furiosas
que llegan a mojarme los pies tímidamente.
El mar, inmenso coloso que se transforma
en inspiración y exalta la sensibilidad humana
que lo hace poesía, forma un mundo de fantasía
y un universo variado de belleza.
Es mil motivos de canción, silencio y amor,
mil motivos de pasiones desenfrenadas,
brújula viajera de las golondrinas
que vuelan buscando nuevos parajes.
En su inquieto vaivén es embrujo hechicero
de quien le contempla en los días y noches
y se pierde viendo el reflejo de los luceros
o el sol y la luna de quienes es espejo.
Contemplándote me quedo extasiado y pienso
en la belleza incalculable de tu extensión
y en el aura transparente que te envuelve
haciéndote poema y motivo de inspiración.