Concurso Coti-amigo: Semana 1 | Cuéntame un relato con palabras clave | por @jhont-dg

   ¡Hola amigos de Steemit! Hoy estoy agradecido con @alexarelatos por crear este interesante concurso e invitarnos a participar. Esta es mi participacion espero sea de su agrado.

—¿Alex? Creo que ya está despertando. — *Escuché una dulce voz a lo lejos* —¿ALEX?

   Mis ojos se abrieron de golpe, recibidos por una hermosa chica de piel morena que me miraba fijamente.

—Hasta que despiertas. — declaró

—¿Quién eres? — Pregunté en voz baja. —Espera, ¿dónde estoy?¿mi celu…

     ¿Mi celu que? me pregunté sin poder entender a que me refería. Miré a mi alrededor me encontraba en una especie de cabaña construida con fuertes troncos, acostado en una cama de madera.

—Soy Trinity, Lea y yo te encontramos tirado en la costa cerca del Santuario.

   Me senté en la cama mirando hacia el vacío, ignorando a las dos chicas en la habitación y sumido en mis pensamientos. ¿Cómo llegué a este lugar? me pregunté, intenté recordar algo pero solo venía a mí la imagen de una gran luz parpadeante en forma de caja.

—Come algo, — Dijo Lea muy seria acercándome una canasta con algunas frutas, entre ellas manzanas, uvas, melocotones y trozos de patilla, tomé un melocotón —mi padre dice que debemos mostrarte la isla.

   Salimos del lugar, Trinity me explicó que luego de encontrarme el padre de Lea me llevó a la posada y decidió atenderme como su huésped. Mencionó que tardé 16 horas en despertar y que durante ese tiempo no paré de decir Alex. Me hizo muchas preguntas, de las cuales no podía responder, no sabía si Alex era realmente mi nombre aunque me resultaba muy familiar y no me molestaba que me llamara de esa forma. Fuera de eso mi mente se mantuvo muy nublada, no recordaba nada.

^Fuente

   La aldea constaba de unas 100 casas con sus huertos, pude ver algunas carretas haladas por caballos y campos llenos de búfalos. Los lugareños estaban en sus oficios pero cuando pasábamos cerca volteaban a nosotros y susurraban entre sí.

—No se ven muy felices. — dije

—No es a falta de felicidad —respondió Lea con su particular tono serio—,hasta hace poco las festividades eran frecuentes debido a las abundantes cosechas, en estas calles solo había algarabía seguimos teniendo buenas cosechas pero todos están preocupados, desde hace 3 meses la isla ha estado sacudiéndose, los temblores son pequeños y no causan daño alguno, pero… — suspiró —, Myrta es la más anciana del lugar y ha corrido la voz de que es un mal presagio asustando a todos, ésta isla solía ser un gran volcán pero ya está inactivo —volteó a mirarme—, lo que hasta ahora veíamos como delirios de una anciana cambió con tu llegada.

   Hubo un silencio incomodo, incluso Trinity quien hasta el momento no dejaba de sonreír fue como si se apagara su rostro.

—Quiero saber más —dije

—De acuerdo — dijo Lea aclarándose la garganta—, el santuario es donde yacen los escritos más antiguos de la isla, fueron escritos por los primeros que llegaron. Entre ellos hay una leyenda conocida por todos, en la que narra la historia de un forastero que despierta al espíritu de la isla.

—¿no reciben visitas por acá? — pregunté

—Siempre llegan mercaderes y viajeros en barcos desde ciudad — respondió Trinity

—Lo que te hace sospechoso — continuó Lea —, es que la leyenda presenta un forastero no de otras tierras sino de otro mundo, cuando te encontramos tenías puesta una ropa muy diferente hechas de una tela que nunca habíamos visto, viajeros han llegado de tierras lejanas pero nunca habíamos visto algo así.

—¿Qué hay de esa ropa?

—Desapareció cuando nos acercamos a ti. La leyenda no cuenta mucho a detalle, pero con los recientes temblores y tu llegada inexplicable ha estremecido a todos en la aldea, ni tú sabes quién eres.

   Es comprensible que piensen de esa forma, no podía recordar nada, lo que cuentan parece mentira sin embargo me era familiar.
   Durante los siguientes siete días permanecí como huésped en la posada de Esteban, el padre de Lea, le ayudé a obtener leña y case algunos conejos para las cenas, los temblores ocurrían de tres a cinco veces al día noté que todos miraban hacia el volcán cuando sucedía, un gran cráter cubierto de un manto verdusco, indicios de una gran explosión volcánica hace siglos o quizá milenios.
   Hablé de ir al cráter, sin embargo, dadas las supersticiones los lugareños quisieron mantenerme lo más alejado del núcleo del volcán, no me querían en la isla pero no eran asesinos y el único barco llegaría en no menos de treinta días, por suerte, contaba con la compañía de Esteban, Trinity y Lea, especialmente Lea.
   Esa noche, como en las noches anteriores permanecí en el tejado mirando la Luna, a mi menté llegaban imágenes de la luz blanca parpadeante a veces parecía como que fuese a recordar algo pero desaparecía.

—Otra noche mirando la Luna — Escuché la voz de Lea

—Cuando la miro ciento que podría recordar mi pasado.

   Ella se acercó y se posó a mi lado recostando su cabeza de mi hombro, sentí su aroma penetrar mis sentidos.

—¿Crees que yo sea el forastero de la leyenda?

—Todos lo creen — me miró a los ojos esperando que yo dijese algo, pero no respondí bajó su mirada y dijo en un suspiro —, también yo lo creo, sin embargo no pienso que seas una mala persona.

   Me abrazó, me dio un beso en la mejilla y se levantó. La vi alejarse hasta que desapareció por la trampilla para ingresar a la posada.

   Sin pensarlo me levanté y salte hasta la calle y corrí hacia el volcán, algo dentro de mí me impulsaba hacia ese lugar, corrí hasta los límites de la aldea y crucé el bosque, cada zancada me acercaba a mi pasado y sentía que hacía lo correcto. De pronto, sentí un gran dolor en mi espalda, seguido de otro en la pierna.

   Alguien me había dado con dos flechas, caí al suelo con gran dolor y tosiendo sangre, la flecha había perforado mi pulmón, la imagen de la luz parpadeante apareció con mas intensidad en conjunto con otras visiones que no reconocí, intenté enfocarme en el bosque y solo vi acercarse una silueta irreconocible.

—¿Alex? — era Esteban — Lo siento amigo, pero, te advertimos de no acerc….

   Abrí los ojos, el panel de la CDSI (Capsula De Sueños Inducidos) parpadeaba frente de mí, es la luz que genera los sueños, miré la hora y la fecha en mi smartwatch mientras salía de la capsula, solo pasaron tres horas.

^Fuente

—Señor Durán, éste ha sido su mejor puntaje en el escenario G13 — dijo Alex, la IA (Inteligencia Artificial) que controla todo el apartamento —, su estado de salud está en los parámetros normales.

—Ya veo 1274 puntos — respondí mientras revisaba el informe —, aunque no estamos ni cerca de conseguirlo.

   Me dirigí al escritorio, tomé el celular y confirme el estado actual de la zona, seguía estable. Con prisa agarré una píldora alimenticia y la tragué, segundos después el sabor a cotufa impregno mi boca. Me dirigí a la CDSI y me coloqué en posición de nuevo.

—Alex, reinicia el escenario G13, corrige las fallas en la ropa y los recuerdos se supone no debo recordar nada, que me llamaran Alex pudo influir en los resultados y por favor baja la intensidad en la luz del panel.

—Corrigiendo errores… Reiniciando escenario G13… Iniciando secuencia de sueño inducido en

3…

2…

1…

Tenga buen sueño Señor Durán…