Hablar de la vida adulta es todo un tema pues hay muchas ideas preconcebidas socialmente, pero a medida que vamos conociendo el mundo adulto vamos descubriendo que muchas de estas ideas son falsas, otras son verdades, y otras se van transformando dependiendo de cada individuo.

Lo cierto es que cada ser humano es quien puede decidir como vivirá su vida adulta y trabajar en ello, puede encargarse de su destino, siempre y cuando su salud tanto física, como mental y emocional, se lo permita.

A continuación escribí una serie de afirmaciones, algunas son reales y otras son falsas, acompáñame a descubrirlas.

_{Imagen editada en Canva}

Mitos y verdades

Los adultos saben mucho.

Cuando era niña pensaba: Cuando sea grande voy a saber todo lo que no sé ahora, porque seré adulta y los adulto saben mucho.

Cuando eres “grande”, te das cuentas que ahora no solo no sabes todo, sino que no sabes mucho de casi nada, que igual tienes dudas y conflictos existenciales, que los años pasan y hay cosas que no sabes ahora y tal vez no las sepas a futuro, pero aprendes a aceptarlo y a vivir con eso.

Te das cuenta que no pasa nada, y esta bien, no podemos saberlo todo, solo vamos a estar mirando la realidad desde nuestra perspectiva que puede ser angosta o amplia, dependiendo de nuestras experiencias.

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Todos los adultos son maduros.

Al crecer descubrí que hay adultos que se ven muy seguros, pero que en secreto le temen a la oscuridad y a estar solos, que no soportan la soledad, por ejemplo, tal como cuando eran niños… Esto me hizo pensar que el crecimiento físico no va a la par del desarrollo mental, emocional y espiritual, y pues está bien, no todos crecemos al mismo ritmo.

Y lo cierto también es que hay adolescentes de 30, 40, y más por ahí, jeje. Obviamente esto también lo sé por mí misma, hay aspectos en los cuales no he madurado, cosas en las que soy como una niña y así, pues esto es parte de lo que uno descubre cuando es adulto.

Una persona de 30 o 40 es un viejo.

Cuando era niña, pensaba que una persona de 30 o 40 años era un viejo.

Cuando cumples los 30 e incluso más, te vas dando cuenta que no te sientes muy diferente, aunque tu cuerpo haya cambiado un poco, en el espejo ves a una persona joven, y te sientes joven y no te sientes de la edad que tienes. Le he preguntado a otras personas y me dicen que sienten lo mismo.

Una vez visitando a mi abuela, que ya estaba en los noventa años, la vi y pensé, ella quisiera asomarse a la ventana, caminar, hacer sus arepas como antes, y no puede… Tal vez su cuerpo perdió la agilidad, pero, ¿Tiene su espíritu edad?¿Es muy diferente ella de nosotros? y la respuesta fue: No, en verdad el espíritu no tiene edad.

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La gente adulta es libre de hacer lo que quiera.

Esta es una creencia que se ha ido transformando en mí, poco a poco. En los años de la universidad fue cuando me sentí menos libre, por todas las obligaciones que tenía que cumplir, luego con el trabajo y el hogar las obligaciones continuaron, claro, también había momentos felices y había cierto equilibrio. Sin embargo, algunos cambios en mi vida me hicieron darme cuenta que ser libre depende de cada uno de nosotros y no tanto de las circunstancias.

Es decir, cuando aprendí a hacerme responsable de mis ideas y decisiones, y asumir las consecuencias, fue que aprendí lo que es ser libre realmente, y eso es: poder decidir.

Cuando dejas de vivir bajo los parámetros que otros (la sociedad, la familia, la cultura, la religión, etc.) establecen, allí es que descubres que puedes ser libre realmente.

La gente adulta envejece y se vuelve gris.

Cuando me hice adulta me di cuenta que las personas mayores aún se pueden sentir bien, que en la medida que puedan conservar su salud, en esa medida pueden seguir disfrutando de la vida, reírse, compartir y vestirse de colores, incluso enamorarse.

Cuando estudiaba en la universidad conocí a una señora de 80 años, ella usaba vestidos, era elegante y tenía mucha gracia, obviamente era una mujer hermosa, pero conservaba su dignidad, no se veía desgarbada y menos decrépita.

Creo todo va a depender de la forma en que se haya decidido envejecer, si la persona cuida su salud tanto física como emocional, y si aún puede sentirse útil para la sociedad, ya que la utilidad no esta solo en ser productivos económicamente, sino en todo lo que un ser humano puede aportar a la sociedad, en el caso de las personas mayores, su apoyo y su sabiduría.

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La edad adulta implica un viaje de descubrimientos.

Las ideas que tenemos acerca de la edad adulta van cambiando a medida que vamos madurando, algunas para bien, otras no tanto, pero las ideas se van transformando.

Si decidimos seguir aprendiendo, vamos a ir descubriendo que la vida sigue siendo hermosa, que cada vez podemos ir conquistando espacios de libertad, que hay mucho por aprender y explorar y que el crecimiento interior nunca termina, que en realidad solo somos viejos cuando hemos perdido la capacidad de sorprendernos y maravillarnos.

Queridos amigos, esta ha sido mi participación para el concurso de la Comunidad Latina, que realiza nuestro amigo @yonaikerurso espero que les haya gustado y también se animen a participar, aquí les dejo el link del concurso:👉Coti-challenge: Realidades de la vida adulta y una que otra reflexión.

Invito a @genomil, @williang, y @franyeligonzalez.

Muchas gracias por leer y comentar.

@inspiracion