Saludos cordiales, estimados steemians.

Bueno, en verdad, cuando llega la hora de dormir cada quién en este mundo tiene su ritual. Para el caso de los perros, lo que uno observa es que ellos dan unas tres vueltas antes de echarse. Pero en el caso de los humanos, esos rituales varían de una persona a otra, y cuando se trata de los adultos que somos la cabeza del hogar, dichos procesos se complican o se hacen más complejos.

En mi caso me toca, digamos, la parte más gruesa, porque en mi casa los demás miembros sencillamente se van a la cama como el que se tira a una piscina. Pero yo soy el que tengo que chequear si las rejas de la calle tienen doble cerradura; si las ventanas están cerradas; que no haya quedado una bolsa de desperdicios en la cocina para evitar las fiestas entre chiripas, cucarachas y hormigas; que no hayan quedado corotos sin lavar en los mesones o lavaplatos; que los mesones no hayan quedado sucios.

Por otra parte, en casa acostumbramos a dejar desenchufados algunos aparatos eléctricos, como para cuidarlos de subidas de voltajes o como para que también “descansen” y ganen menos desgaste; entre ellos, el microondas, la tele, el módem y el router.

En lo personal, suelo beber agua, lavarme el rostro y cepillarme los dientes. Ah, y, por supuesto, le doy de beber al canario para que no me interrumpa el sueño en la madrugada.

Con relación a la caricatura que hice para este post, hubo algunos momentos de mi existencia en que tuve que dormir colgado como los murciélagos. Pero hoy en día no puedo hacer eso porque me ocasiona dolores musculares.

Invitando a @mariami, @aularluis.