The Diary Game 15/05/2.021 Reencuentro con mi hija, después de 1 año y 2 meses

Mis querido diario y amigos, en esta oportunidad quiero compartirles la profunda felicidad que siento de tener a mi hija conmigo nuevamente, después de un año y dos meses.

El año pasado en marzo, el papá de mi hija que está en Perú me dijo que quería compartir su cumpleaños con la niña, que es en el mes de abril, yo permití que el la buscara para que estuviesen juntos durante dos meses y luego el debía venir a la frontera con Ecuador que es donde yo vivo y regresarmela. El 16 de marzo declararon estado de excepción por el covid y cerraron fronteras y fue imposible estar con mi hija en la fecha que pautamos. La semana pasada, después de tantos días de desesperación que solo quien pasa por esta situación la entiende, decidí emprender un viaje a Perú pasando por trochas para ir en busca de mi tesoro.

En Ecuador vivo en Quito, que es un sitio de clima muy frío, en el camino llegando a la frontera me sentí muy mal, tenía mucha tos y tuve que comprar algo que me aliviara la garganta.

Debiamos continuar con el viaje pues aún estaba a varias horas para llegar a mi destino en Perú, cabe destacar que fue una travesía el paso de las trochas, de no haber sido netamente necesario, hubiese evitado tener que pasar por esas vías verdes, creánme que hay que pasar tal como delincuentes, huyendo de guardias de lado y lado.

El camino era largo pero me sentía feliz porque en cada kilómetro me encontraba más cerca de mi hija. La carretera es como un desierto, casi no se ven árboles.

Después de dos días de viaje y locura, llegué a Perú y debía realizarme la prueba de antígenos o PCR que me pedía la línea de autobús para poder regresar a Ecuador al día siguiente, sí amigos, sin descansar, me regresé al día siguiente.

Me realicé la prueba y me dijeron que estaba lista en una hora, mientras tanto esperaba a mi hija que llegaría hasta el terminal de Plaza Norte con su papá.

Como puedrán ver mi cara, en la foto que he puesto de portada, estaba feliz, el corazón se me salía del pecho, mi niña por fin estaba conmigo. Gracias a Dios me abrazó y no quería separarse de mi. Pasamos la noche en Lima y al día siguiente emprendimos nuestro viaje de regreso a Quito.

Llegamos a la frontera después de casi 24 horas de viaje porque ese autobús hizo muchísimas paradas, con cansancio y hambre porque mi hija y yo casi no comemos durante el viaje. Llegamos a la frontera y el asesor que nos recibió al pasar la trocha a Ecuador, nos compró un almuerzo para reponer energías y continuar 12 horas más de viaje hasta Quito.

Continuamos el viaje después de la comida y gracias a Dios llegamos bien, en la madrugada del sábado, con toque de queda en Quito pero juntas, a salvo y con muchas anécdotas que contar.

Gracias a todos por leerme, esta vez me extendí un poco pero la verdad estos días han sido largos. Bendiciones a todos! Aquí una mamá completa porque ya está con su hija.