SEC S4-W3 | Una sonrisa para cambiar el mundo

Atendiendo a este título tan hermoso: "Una sonrisa para cambiar el mundo," regreso a Comunidad Latina para participar en este reto encantador y diferente. Nada define tanto a la felicidad como una sonrisa y desde allí, precisamente, parte este periplo que sondea nuestras perspectivas sobre ese sentimiento, junto a sus disímiles y fascinantes perspectivas. Sigan adelante y espero que les guste.

_{Dos momentos sonrientes de mi vida/ Imágenes de mi galería particular/ Fondo}

¿Qué te hace sonreír?

Sonrío cada mañana cuando simulo que continúo dormido para que mi esposa se levante primero a cocinar el desayuno; y sonrío porque ella sabe perfectamente que estoy despierto, pero no le importa y espera tranquilamente que yo salga del cuarto para regalarme su amorosa sonrisa. Sonrío cuando mis dos hijos, ya bien grandes, repiten conductas, frases y hasta malas costumbres que copiaron de mí sin que ellos ni yo nos diéramos cuenta de la transmisión de ese legado que nos hace eternos.

Sonrío siempre en ese instante que escucho y veo a mis nietos a través de la pantalla virtual que me acerca sus lejanas sonrisas y el agua bendita de sus voces que me relatan, con sublime encanto, aventuras, travesuras y responsabilidades… Sonrío, en fin, por todo lo hermoso que me depara el mundo.

Importancia de la felicidad

La felicidad es una recompensa que nos confiere el universo cuando nuestro accionar se desenvuelve dentro de los lineamientos que promueven, de la forma más sensata, ese sentimiento tan grato. Es por esta razón que nadie en este mundo puede ser feliz todo el tiempo; tampoco se alcanza este jubiloso estado implementando conductas que desaprueban las leyes sociales o los preceptos morales; cuando se actúa de mala fe, cuando se tuercen los caminos para alcanzar los objetivos, no se puede sentir jamás la verdadera felicidad.

Desde esta perspectiva, es justo decir, entonces, que la importancia de la genuina felicidad radica en que se trata de un sentimiento que nos merecemos porque nos lo ganamos, por lo tanto, debemos disfrutarlo a plenitud. Se trata, por ende, de un estado emotivo imprescindible que nos permite darnos cuenta de que el mundo, a pesar de los obstáculos que nos coloca en frente de forma recurrente, vale la pena vivirlo para superar esas dificultades y saborear las mieles de la felicidad.

Momento más feliz de tu niñez

Aunque parezca extraño, el momento más feliz de mi niñez fue el día en que, por primera vez, asistí al colegio. Debido a que yo era el más pequeño de mis hermanos, observaba todos los días que ellos salían con sus útiles escolares, mientras yo me quedaba solo en casa con mi madre. Horas más tarde regresaban contando las curiosas y maravillosas anécdotas que habían vivido durante ese tiempo de ausencia y guardaban, además, en sus cuadernos tareas que debían hacer en casa. Yo, por supuesto, desde esa tempranísima edad, anhelaba también participar de esas novedosas experiencias. Por esta razón, el día providencial en que asistí a la escuela me sentí el más dichoso de los niños.

Momento más feliz actualmente (no más de dos años atrás)

Uno de mis momentos más felices en estos últimos tiempos fue el día en que a mi esposa le dieron el alta porque había superado el Covid 19. Esta terrible enfermedad la mantuvo casi dos meses, entre mayo y junio del pasado año, dependiendo del oxígeno que le llegaba a través de una mascarilla y de múltiples medicamentos que nuestra precaria economía era incapaz de cubrir. Sin embargo, por los más disímiles caminos llegaron las ayudas y, poco a poco, la situación fue mejorando hasta que nos dijeron que el peligro había pasado y podíamos regresar a casa. La misma palabra felicidad, ni siquiera en su expresión superlativa, alcanza para describir este momento.

Si la felicidad fuese un color ¿con cuál la relacionarías?

La felicidad debe ser azul, como el cielo. Al igual que el inconmensurable espacio, la felicidad es un misterio, un estado ideal, al que se puede llegar por infinidades de senderos. El cielo representa la alegoría de un lugar sagrado, un edén dichoso donde prevalecen los buenos sentimientos por sobre todos los demás. La felicidad es ese firmamento azul que coloreamos aquí en este mundo terrenal con nuestras más nobles intenciones.

¿Cuál crees que es el secreto para la felicidad?

El secreto de la felicidad es no pensar en la felicidad. Es imprescindible, por supuesto, explicar esta paradoja. Debemos actuar atendiendo nuestros más puros sentimientos; intentar incansablemente alcanzar nuestras metas sin agredir el entorno, a los seres humanos que nos rodean, procurar una integridad total para que la conciencia nada nos recrimine en los momentos más inesperados. Cuando esto ocurre, la felicidad se presenta de una manera espontánea, transparente e imprevisible para que la experimentemos con agradable y efusivo agradecimiento.

La felicidad, como piensan algunos, no es una suma de eventos planificados que nos conducen hasta ese objetivo; no se trata de una lista de instrucciones que se encuentra en cualquier manual de autoayuda, tampoco de una frase que se decreta para que las palabras realicen un mágico e improbable efecto. La felicidad, como señalamos al principio, es una recompensa que se construye paso a paso con todo lo bueno que emerge de nosotros.

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_{Nota: Todas las imágenes fueron realizadas con la cámara de mi teléfono móvil, modelo: LG-X240.}

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_{Invito a los amigos: @rosselena, @solperez y @ciru2014. Para ellos, y todos quienes deseen participar, les dejo el link del concurso.}

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