La verdad es que todo depende los gustos de cada quien, pero, en última instancia, si las perspectivas son buenas, al hombre le gusta una intelectual o una de buen físico por igual; si en una sola se reúnen ambas cualidades, sí debe ser peligroso, pero si le tiene ganas, tampoco le hará caso a eso. Así mismo, podemos convertirnos en asiduos a las películas románticas si el caso lo exige y en las almas más fieles del mundo mientras no se demuestre lo contrario. Lo único que, en verdad, se borra de la lista es eso de ser metrosexual porque el que desea ser homosexual que lo asuma sin pataleos, sin estar edulcorando los términos... Éxitos, amigo. Gracias por la invitación.