Concursos Cotina: Edición 2022: ¿Cuál es tu deporte Preferido?/ por @cruzamilcar63

La experiencia del beisbol

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Mi deporte favorito no podía ser otro que el beisbol. Desde el instante en que tuve conciencia, en mi pueblo, Mucoelrío, siempre se habló sobre este juego. En octubre, cuando comenzaba el campeonato de los equipos profesionales en nuestro país, la pasión por la pelota, como coloquialmente se le llama al beisbol, se exacerbaba hasta límites increíbles. Las divisas con más fanáticos eran, por supuesto, los eternos rivales: Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes. Durante los tres meses que duraba el certamen, el lugar se dividía en dos bandos que porfiaban, pronosticaban y analizaban cada aspecto de los enfrentamientos para defender, con una asombrosa devoción, a uno de esos dos conjuntos.

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Debido a que no se podía andar por allí sin tomar la sagrada decisión de plegarse como fanático insobornable de un equipo, siendo yo apenas un niño que comenzaba a comprender el juego de pelota, decidí convertirme en un incondicional seguidor de los Leones del Caracas. Evaluando, desde la distancia de los años, esta determinación, creo que fue una escogencia que no ameritaba muchas consideraciones, surgió de manera natural. Claro, quienes en nuestra casa seguían los juegos con más entusiasmo eran mi padre y mi hermano mayor, y ambos eran fanáticos caraquistas empedernidos; yo, que me sentaba con ellos a disfrutar los encuentros -o a sufrirlos, dependiendo si los Leones ganaban o perdían- comencé a identificarme con el mismo club al que aupaban hasta lo indecible esas dos figuras ejemplares de mi entorno.

La fiebre del beisbol nos conducía, como es lógico, a practicar con mucho empeño ese deporte. Todos los muchachos del pueblo nos íbamos a una inmensa explanada que quedaba en las afueras a jugar y a soñar con que algún día nos convertiríamos también en las grandes estrellas que seguíamos a través de la televisión, de la radio y de cuanto medio de comunicación hablara sobre el beisbol. Recuerdo que, en un principio, no les hacíamos mucho caso a los aspectos formales de esta disciplina, pero luego nos pusimos de acuerdo para llevarla a cabo de la manera más correcta posible. Decidimos entonces trazar el campo con las medidas señaladas por el reglamento y celebrar los partidos emulando toda la parafernalia que mirábamos en los enfrentamientos de los equipos profesionales.

A raíz de esa actividad, se conformaron en el pueblo dos equipos que fueron inscritos para participar en los torneos -infantil y junior- de donde saldrían los clubs que representarían a la ciudad de Carúpano, en esas dos categorías, en los juegos estatales de ese año. Todos nos sentimos muy emocionados ante esa gran experiencia. No era para menos, nosotros que estábamos acostumbrados a jugar beisbol en un terreno al cual le arrancábamos el monte y le sacábamos un montón de piedras con nuestras propias manos, íbamos a estrenarnos como peloteros en el mismísimo estadio, en el lugar construido especialmente para eso, en el campo donde, de vez en cuando, asistían figuras de la talla de Víctor Davalillo y Teolindo Acosta. Todavía tengo en la mente, como si hubiese ocurrido ayer, mi inaudito deslumbramiento la primera vez que jugué allí como tercera base del equipo perteneciente a la división infantil.

Nuestro desempeño en aquellos certámenes no fue muy fructífero, pero nos quedó la magnífica experiencia de habernos codeado con unos cuantos equipos pertenecientes a los más disímiles rincones carupaneros. Continuamos jugando, por supuesto, y nos hicimos hombres practicando y hablando del béisbol hasta que el destino envió a cada quien por el camino que le correspondía.

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Invito a los amigos: @yolvijrm, @wilmer1988 y @felixgarciap. Para todos quienes deseen participar en este interesante reto, por aquí les dejo el link del concurso

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