Concurso Coti-amigo: Cuéntanos tu historia paranormal/ "Te llevaré al más allá"/ por @cruzamilcar63

Te llevaré al más allá

---

Mi madre se levantó inmediatamente y corrió hacia el cuarto porque el grito de terror que emergió de mi garganta había resonado por toda la casa y le había interrumpido intempestivamente su descanso nocturno, el único que su ajetreada vida le permitía. Me encontró sentado en la cama, temblando de pies a cabeza y sin poder pronunciar una palabra para explicarle qué me había pasado.

_Fuente

En seguida me acostó de nuevo, me colocó por encima una cobija adicional y comenzó a masajearme el cuerpo con sus manos benditas empapadas de alcoholado. Cuando al fin logré serenarme, le conté, atropelladamente y sin muchos detalles, cuál había sido la razón que me infundió tanto miedo en el cuerpo para que ella me encontrara en aquel estado tan lamentable: "Soñé que Chabelo entró aquí en el cuarto, me cargó en sus brazos y quería llevarme volando por los cielos hacia donde él estaba viviendo, porque allá y que iba a estar mejor que en este mundo."

Como ya se había percatado de que mi aliento inundaba toda la habitación con el aroma característico de quien se ha tomado unos cuantos tragos de la bebida espirituosa preferida por los orientales, le restó importancia al asunto. "Desde que llegaste a pasar vacaciones andas tomando, me recriminó, eso altera los nervios, más a ti que no estás acostumbrado, y hace que las personas vean alucinaciones o hagan cosas que no son normales. Descansa ya de la bebedera para que no te pase esto y porque el cerebro no te va a servir para nada cuando regreses a la universidad."

(José Isabel Malavé, Chabelo, era un amigo excepcional, muy querido por todos los habitantes de este pueblo llamado Mucoelrío; un ser maravilloso que prodigaba su acostumbrado buen humor por donde quiera que pasaba. Se trataba, además, de uno de esos hombres que saben hacer de todo, desde agarrarle el ruedo a un pantalón hasta arreglar cualquier electrodoméstico que se dañara en los hogares. Si alguno necesitaba de sus servicios, él diligentemente acudía sin requerir ningún pago por lo que hacía. Por esa razón, el día que un gran camión lo atropelló, mientras venía en su moto desde centro de la ciudad hacia su casa, la conmoción en el pueblo fue unánime. Nadie podía creer que Chabelo se había marchado para siempre, nadie parecía resignarse a no verlo nunca más por estos predios.)

No quise, por supuesto, contradecir a mi mamá. Lo que había soñado, o la pesadilla que me llenó de pánico, no había sido producida por un inconsciente estado de ebriedad. En realidad, ese día no había tomado tanto y en los momentos en que me sucedió aquello, me encontraba más despierto que dormido. Todo lo que sentí fue tan real que no me quedó más remedio que gritar para desahogarme y pedir ayuda. Chabelo estaba allí en mi cuarto, con su cara amigable de siempre, para decirme: "Te voy a llevar conmigo adonde vas a estar feliz." Metió sus brazos por debajo de mi cuerpo, me levantó, cuando fue a salir por la puerta, mis pies y mi agitación por zafarme de sus brazos, se lo impedían, entonces se ladeó para que mi anatomía completa saliera fácilmente; una vez que estuvo fuera de la habitación, en el pasillo de la casa, comenzó a flotar y a reír de una manera tan extraña que me hacía tintinear los huesos; fue entonces cuando el grito de horror brotó desde lo más profundo de mi alma.

En cuanto me vio más tranquilo, mi mamá se marchó a su dormitorio porque necesitaba continuar durmiendo. En realidad, a pesar de que el susto inicial había desaparecido, yo todavía me encontraba demás de inquieto. No podía borrar por completo el recuerdo reciente de aquella angustiante pesadilla. Tenía la desesperada certeza de que, si me quedaba dormido profundamente, Chabelo volvería para, esta vez, aprovechando que me encontraba en las oníricas regiones del subconsciente, llevarme hacia esa dimensión donde solo habitan los muertos. Por qué alguien que, durante su existencia en este mundo, fue tan amigo mío quería hacerme esto… No podía explicármelo y eso me inquietaba aún más.

El sueño me ganó la batalla. Me quedé dormido y volvió a suceder. En este nuevo intento, Chabelo no procuró llevarme en sus brazos; me agarró a la altura de la muñeca de la mano derecha, aprisionándola con unos dedos largos y huesudos, y me halaba fuertemente para que me fuera con él. Desesperado porque no quería ser arrastrado hacia ninguna parte por una entidad que ya no pertenecía a este mundo, traté, con todas mis fuerzas, de desprenderme de aquellos garfios que no cedían por nada su presión sobre mi lánguida extremidad. Exasperado por el pánico, el grito escandaloso volvió a surgir de mi garganta, esta vez mucho más fuerte…

Me desperté con un sudor frío empapándome todo el cuerpo. Sentí los pasos de mi madre que venían hacia la habitación, sin mucho apuro. Se detuvo en la puerta del cuarto con una mirada de reproche, hasta que dijo con un tono de fastidio: "Otra vez soñando con pendejadas." Pero de pronto se dio cuenta, con estupor, de que sobre mi mano derecha había una quemadura, viva y reciente, en la que fácilmente se veían marcados los largos dedos candentes de una persona.

---

---

---

Invito a los amigos: @evagavilan, @felixgarciap y @rosita1. Para todos quienes deseen participar en este concurso, moderado por el amigo @soywilfredg, por aquí les dejo el enlace.

---

---

---

Nota: La publicación está configurada con el 15% para esta comunidad.

---