Hola amiga, pues tiene una hermosa y radiante sonrisa, que bueno que aprendiste a valorarla, en la adolescencia podemos ser muy duros con nosotros mismos. Los detalles que nos llenan de felicidad y nos hacen sonreír son tan simples pero a su vez tan importantes, es tan sólo aprender a valorarlos y tener una buena actitud ante la vida.

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Ya imagino tu cara de felicidad cuando tu papá llegó con un pollito para ti, los padres siempre buscando la manera de complacernos y hacernos felices. Que hermoso debió ser ver a tu pequeño en el acto del día de las madres. Se ven adorables en la fotografía.

Éxitos en el desafío. Felicidad en abundancia para ti. Saludos.

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