Una reflexión muy hermosa como la alegría de vivir, porque la vida es un regalo de Dios que debemos apreciar y sembrar como una semilla en el campo que crece y florece en el corazón.

La vida es un conglomerado de emociones que deben convivir en armonía y equilibrio no solo para enfrentar las dificultades sino para aprender.

Prefieres ver la vida con alegría y optimismo, mostrar tu mejor rostro ante los problemas que suelen agobiarte, buscar refugio en la fe y desestrés en actividades recreativas o deportivas, irradiar tu alegría en el entorno.

Gracias por compartir.

¡Te deseo lo mejor!