Vencer el miedo

El miedo a las alturas es uno de los más comunes, es el miedo a caer desde una gran altura. Muchas personas con esta fobia tienen ataques de pánico, yo sufrí esta fobia y tuve ataques de pánico varias veces.

El miedo a las alturas puede provocar dificultades en nuestra vida diaria, como cruzar un puente, algo tan simple como eso sería difícil, ya que nuestras piernas pueden temblar o marearnos. Este es un miedo que crece y bloquea nuestra mente, aunque lo intentemos nos llegarán pensamientos negativos de que caeremos o de que no podemos continuar, y sobre todo, ansiedad por querer salir del lugar.

Mucha gente creerá que es una exageración, pero no es algo que podamos controlar fácilmente, aunque queramos.

Mi miedo a las alturas lo superé cuando estaba en primeros auxilios, ya que en una de las clases tuvimos que aprender a hacer rappel. En ese momento tuve miedo y muchos de la clase no querían participar, yo quería hacerlo, pero tenía un impedimento, mi miedo irracional a las alturas, sin embargo, mi orgullo no me permitió rendirme.

Llegó el día, los bomberos nos explicaron todo y nos armamos los arneses para descender, también nos explicaron la posición de las manos y la medida de seguridad. Finalmente revisamos los arneses y estamos listos para bajar, estaba muy nerviosa, no había comido ese día porque me dan náuseas las alturas.

Llegó el momento, y como soy muy impulsiva y me dejé llevar por la adrenalina del momento, me paré al final del edificio lista para bajar, pero cuando miré hacia abajo y me di cuenta de la realidad, comencé a entrar en pánico. En ese momento se me olvidó incluso la posición en la que tenía que poner las manos, comencé a temblar y le dije al bombero que no podía hacerlo.

Me gritó que podía y me recordó el entrenamiento, eso es algo curioso, pero la voz de militar o de bombero tiene algo que hace entrar en razón. Me recordó que tenía una misión que cumplir y me pidió que soltara mis manos mientras me aseguraba que seguridad no me dejaría caer. Los chicos de abajo sujetaban la cuerda de tal forma que la tensión ejercida no me dejaba caer.

Cumplí la orden en medio del miedo, cuando lo hice quedé sujeto de una cuerda mirando al cielo y no caí, entonces comencé a descender del edificio.

¡Fue emocionante! Me sentí triunfante porque había superado mi miedo a las alturas. ¡Después de eso ya no tengo miedo a las alturas! Dicen que la mejor forma de superar los miedos es afrontarlos, y es cierto, tenemos que armarnos de valor y conseguiremos lo que queremos.