Mi primera compra navideña: Una Sinvergüenzura

Resistirse a la navidad es cosa de la adolescencia (una adolescencia bien emo específicamente). Aunque esté más que claro que el marketing que tiene nos hunde profundamente en los mares del consumismo, no me importa, la decoración, el ambiente, el deseo de compartir, de tener celebraciones llenas de alegría y la capacidad de estas fechas para construir recuerdos, llena profundamente mi corazón de entusiasmo. Aquí por ejemplo, les dejo un bosquejo de lo que fue nuestra navidad pandémica, donde evadimos la situacion económica que afectaba a todo el mundo, creando nuestro propio arbolito de navidad jajaja.

Ya basta del pasado... volvamos al presente

Es por eso, que este año hicimos nuestra primera inversión navideña que fue.... UN CINTILLITO DE SANTA para ponerselo a nuestras perronchas y tomarles hermosas fotos navideñas con el arbolito que deseamos comprar próximamente.

El problema es que subestimamos un poco nuestras habilidades para sacar una foto decente y en un primer intento no logramos un solo resultado concreto que pudiera satisfacer nuestra necesidad como padres de tener una foto digna de admirar jaja. Sin embargo, minutos más tarde coincidimos con la veterinaria de cabeza de nuestros niños y cuando vio a Nobara lucir su nuevo accesorio, sacó el teléfono y en cuestión de milisegundos obtuvo esta imagen majestuosa que compartiré con ustedes:

Y con esta hermosa imagen y llena de muuuuchas ganas de que todos los presentes puedan dar ese primer paso hacia la celebración con una guirnalda, unos kilos de pernil, un juego de luces, un regalo para sus niños, me despido en esta ocasión e invito a @selectiveperson, @yancar y @jessfrendcor a participar y compartir su experiencia.

Fuente del separador

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