Un día que culminó tarde e inició temprano…

Este grupo de amigos de la adolescencia a través del Whatsaap organizó una actividad para la media noche. Los noctámbulos fue el nombre adoptado por quienes duran hasta altas horas disfrutando del chat. Ya saben que rutina inicia muy temprano y por ende, acostarme tarde no es mi opción. Sin embargo, por ser fin de semana acepté, por esta vez la invitación para quedarme un rato. Creo haber quedado dormida a eso de las una de la madrugada. Reí como nunca con cada ocurrencia y anécdotas de mis amigos, valió la pena el trasnocho, fue un momento completamente diferente.

A pesar de lo tarde en acostarme, me levanté temprano. A las 6:30am ya tenía los ojos abiertos pero seguí en la cama. Había dejado el teléfono cerca y decidí prenderlo para leer un rato. Todavía estaban riendo algunos de los compañeros que repasaron todo el entretenimiento de la noche. Al mismo momento de recibir cientos de mensajes de un mismo chat, recibí también el de mensaje de una amiga quien necesitaba un favor. Ha estado indispuesta y sin recursos para proveerse de medicina. Decidí encontrarme con ella para ayudarla un poco, hoy por ti, mañana por mí. Con esta situación país, no sabemos en qué momento requeriremos ayuda aunque, estas acciones no solo debería movernos en momentos críticos.

Ayudar no simplemente implicó aportar un medicamento que tenía guardado. También implica compañía, tan solo un saludo y unas horas de conversación puede aliviar cualquier malestar. Aprovechamos entonces para ir a realizar unas compras, no era mi intención pero sí, la de mi amiga. Entramos al mercado de verduras, escogió algunas cositas, conversamos mientras compramos y seguimos. Ella necesita despejar la mente, anda un poco débil y deprimida en este sentido, nada mejor que un dulce para reanimar a un paciente. Teníamos una heladería cerca, los helados se veían apetitosos, entramos, cada una pidió de un sabor diferente. El mío mantecado con relleno de chocolate y el de ella banana con arequipe, ambos deliciosos, valieron la pena.

El antojo generó un tema de conversación, mi amiga tiene deseos de hacer yogures y vender pero sigue insistiendo en que su malestar, la tienen desmotivada. Le insistí para que al menos preguntara precios y sacara la inversión, con preguntar no se le quitaría nada. Fue la excusa perfecta para seguir caminando otro rato en compañía del sabroso helado. Este control del tiempo por el tema del Covid-19 nos pone a correr. Cuando vimos el reloj ya eran las 11:00am y Guardias Nacionales ordenaban el cierre de los establecimientos. Nos quejamos, pero tocó asumir. Cada una debía seguir hasta su casa. Entregué la medicina y nos despedimos.

Antes de llegar a casa fui a visitar a una comadre, también está enferma y parece ser algo serio. Mi hermano me hizo saber sobre su depresión porque aunque los resultados no arrojaron nada malo, su médico tratante no piensa lo mismo. Mi comadre tiene una lesión en un seno y ha preocupado al doctor y a ella mucho más. Estuve con ella un rato, también con sus hijas. Le sacamos unas cuantas sonrisas y se animó para salir un rato del encierro del cuarto.

Ahora sí, me dispuse para llegar a casa con las compras no planificadas. Me bañé y comencé a preparar el almuerzo. Se me olvidó comentarles que mi hija se había levantado más temprano que yo y me hizo de desayuno arepa con queso y aguacate con mi respectiva tacita de café. Me tocaba el almuerzo, hice arroz, chuleta y una exquisita ensalada con zanahoria, tomate y mango, un toque de sal, otro de azúcar, un chorrito de vinagre, aceite y cilantro, muy buena.

Solo compartimos la mesa mi nieta y yo, los demás habían salido después de mí y creo que llegarán tarde. Igual se les guarda para que también disfruten. No ha cerrado el día pero hasta aquí dejo esta publicación, luego les cuento que vino más tarde…

Agradezco a @steemblog y @mariita52 por la nueva oportunidad para compartir mi experiencia de vida y hacer que cada recuerdo sea cada vez más satisfactorio.

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_{@belkisa758. Fotos de mi propiedad, tomadas desde mi teléfono Samsung J7 en Caracas-Venezuela}