Coti-challenge: Si hubiese estudiado lo que querían mis padres...

Muy aficionada a las matemáticas durante la secundaria el entorno comenzó a guiarme para que llevara mi inclinación universitaria hacia la ingeniería, realmente me era indiferente, solo me gustaba estudiar, lo que sea. Mi padre si quería que fuese médico y mi madre me decía que si se me ocurría estudiar educación me mataba (esto es una exageración maracucha, era para mostrarme su desacuerdo) alegaba lo “mal pagada” en muchos sentidos. Efectivamente inicié estudios de Ingeniería civil, el destino como siempre imponiéndose me llevó a desilusionarme casi de inmediato de la carrera, mis ángeles me recondujeron y por casualidad de una manera azarosa me cambié para Odontología…y allí fui feliz.

Abiertamente quería que mi hijo fuese odontólogo, me parece una carrera maravillosa…mas él nunca lo aceptó, se lo “vendí” de muchas formas, siempre presentó una tendencia a la Química, en un principio le dije que estudiara Bioanálisis, gracias a Dios nunca me hizo caso, estudió Ingeniería química, hace apenas cuatro meses egresó.

La vocación es subjetiva y se materializa dependiendo de los talentos individuales que todos tenemos, pero en unos se evidencian más, por ejemplo mi único hermano es médico y siempre jugó a ser doctor, no hacía otra cosa…sin embargo en mi familia hay un chiste, en casa se jugaba dominó todos los días, mi madrina me preguntó que quería ser de grande estando yo niña y le dije… Dominocera (perdón por el término). Mi madre se escandalizó tanto que años después jugué dominó de manera deportiva para el gremio y preguntaba... ¿no te vas a quedar jugando eso para siempre verdad? jajá. No estudié lo que mis padres querían, mi hijo no estudió lo que yo pretendía…mas el dominó de la vida nos dio respuestas, la ingeniero que no fui…se plasmó en mi descendencia