Apagón nacional en Venezuela 9 de marzo

in Comunidad Latina11 days ago (edited)

Apagón nacional en Venezuela - 9 de marzo.jpg

Ya estábamos en el tercer día del apagón, y la verdad es que no la había pasado nada mal desde que vine a pasar el finde semana a este caluroso pueblo. Al despertar comprobé si había corriente eléctrica, pero no había ni luz ni libertad, y nadie sabía cuánto más demoraría esto. Se suponía que ese día tenía que volver a Caracas para ensayar con la banda, pero no había electricidad en todo el país, así que me quedé sin ninguna carga de conciencia.

Me di la habitual ducha rutinaria de la mañana porque es imposible para mi comenzar el día sin bañarme. Pero ahora qué se suponía que haría ese día, no había clases, ni ensayos, y mi patineta estaba quebrada como para ir a la olla de Charallave. Me cuestioné por un momento si ir a hacer ejercicios o ir a casa de Anderson a jugar PlayStation, pero bueno, lo decidiría después de comer. Y para las diez de la mañana fui a su casa a convencerlo de que me acompañara al parque a hacer ejercicios, lo soborné con que después jugaría PlayStation con él por la tarde.

Después de un rato frente a la pantalla disparándole a unos zombies, Oswaldo y Jorge llamaron a la puerta de la casa. Y cuando llegaron hicimos los que mejor saben hacer los hombres cuando están reunidos, una comilona. Y sí que tenía hambre pero yo no estaba dispuesto a cocinar, me quedé matando zombies mientras ellos preparaban la comida. Y luego de jartarnos de pasta con carne molida y tajadas, fui a mi casa solo para recordarme a mí mismo que mi madre existe, ella justo iba saliendo a casa de una vecina muy buena amiga que la invitó a su casa a hablar cosas de señoras, mientras seguramente se divertían drogándose con la cafeína del café.

Eran casi las cinco de la tarde y me pregunté si la noche de hoy podía surgir algo igual de interesante que los días anteriores. Vine a este caluroso pueblo con el propósito de ver a la rubia de Bárbara, pero lo que pasó con Andrea no fue más que el producto de una pulsión porque ella también era mi amiga con derecho, que indecencia la mía, ¿no?

Me senté un rato en el mueble ojeando el libro de El fin de la eternidad midiendo la cantidad de hojas que me faltaban para terminarlo, no faltaba mucho. Y afuera llamó una voz femenina ¡Bárbara! Pensé. Me pareció extraño que ella viniera a mi casa, una de las reglas que le impuse para nuestra particular amistad es que no me visitara a menos que me avisara, pero tampoco le iba a decir que se fuera, hubiera sido grosero, así que paso a la casa y sencillamente estábamos hablado.

Pasaron unos diez minutos y afuera llamó Andrea, el corazón se me aceleró, ni que ese día fuera el Día Mundial de las Amigas con Derecho Desobedientes. Pero como no tengo ningún compromiso con ellas mas que diversión, pensé que no pasaría nada, grave error. Salí a atenderla y para mi sorpresa vi el parecido que tenía ella con Bárbara, lo único que las diferenciaba era su color de piel y su lugar de residencia.

Bárbara no tardó en salir y allí a Andrea, una chica de piel morena perfectamente de su tamaño.

—¿Y qué hace ella aquí? —Preguntó Andrea. Esa pregunta me hizo pensar que se conocían.
—Lo mismo te digo yo a ti, mi amor —dijo Bárbara con un claro sarcasmo. Yo aún seguía sin entender si se conocían.
—¡Ah, ósea! Estás con esta perra a tu casa y encima la tienes vestida igualita a mí. ¡Qué estabas planeando tú! —No pude evitar soltar una risa. Y era cierto, eso fue lo que me sorprendió al salir a atender a Andrea.

Llevaba puesto un short corto de color blanco livianamente ajustado, y un strapless rojo que definía muy bien la delgada figura de su moreno cuerpo. Y sí, después que Andrea observó lo mismo que yo, pude advertir que además de tener el mismo tamaño, era claro que ambas era de la misma talla.

—¡De qué te ríes! —Dijo Andrea furiosa.

Pude ver en el rostro de la rubia de Bárbara que estaba igual de decepcionada que Andrea, pero menos histérica. Y por supuesto que no podía decir que Bárbara era solo una amiga porque ella misma entendería que yo estaba ocultando algo, o sea, por qué esa morena estaría reclamando, no había escapatoria, tenía que admitirlo.

Así que apliqué la típica para que Andrea se fuera.

—Ven vamos a hablar —dije.
—No, yo no quiero hablar nada.

La ventaja de todo esto fue que Bárbara no era tan reactiva como Andrea. E invitar a hablar a Andrea fue lo que le hizo llevarme la contraria e irse, una técnica muy efectiva porque las mujeres son expertas llevando la contraria, y eso era exactamente lo que yo quería, que se fuera para evitar que se pelaran.

Luego de todo el drama femenino Andrea se quedó con la idea de que yo tenía preferencia por Bárbara, y la verdad es que no podía estar más equivocada. Esa noche, toda la interesante rutina que tuve los dos días anteriores terminaron en un desastre sentimental porque dos chicas me desobedecieron.

Albertt Burgos.jpg

Sort:  

¿Tercer día? Increíble. El gobierno de este país es una panda de payasos irrespetuosos. No tener electricidad es como retroceder al siglo XIX.

Loading...

Coin Marketplace

STEEM 0.20
TRX 0.14
JST 0.029
BTC 66599.39
ETH 3336.69
USDT 1.00
SBD 2.70