¡Bienvenidos nuevamente a mi "Juego del Diario"! Ya saben lo que comento por aquí: Familia que se ejercita unida, permanece unida 😘😘😘 Gracias a Dios tanto mí esposa como nuestras hijas siempre están dispuestas para un buen rato de ejercicios.

Algo que le comenté recientemente a mí esposa es que me sorprendía gratamente ver a tanta gente, aquí en la localidad donde vivimos, haciendo ejercicios. Si sales muy temprano de casa, hay gente por todos lados trotando, haciendo barras, cardio, spinning... y si sales por la tarde, bailoterapia, gimnasio, caminatas, gente subiendo algún cerro, jugando futbolito es impresionante.

De alguna forma eso es señal de progreso y una buena noticia para nuestra ciudad. Mientras esperaba que mí esposa llegara con las niñas, disfruté de dos muy buenos partidos de futbolito, parecía categoría Sub-8 y luego Sub-10, con gente mirando desde fuera del recinto y un estupendo ambiente deportivo propiciado por las barras de ambos equipos.

Pero de tanto mirar futbolito, me estaban dando ganas de jugar y flojera de ejercitarme. Así que, nada más llegar mi esposa con las niñas, nos pusimos manos a la obra. Mientras "Hada" y "Abi" jugaban un rato, @marianavila y mi persona nos enfocábamos en las máquinas. ¡Pecho y espalda, para arrancar!

Tenía mucho tiempo que no entrenaba con esas máquinas y la verdad no recordaba lo sencillo y al mismo tiempo agradable de ejercitarme en ellas pues son multiusos. Puedes trabajar tanto el pecho cómo la espalda desde diferentes ángulos y eso es muy bueno para el músculo.

Luego, un poco de piernas que nunca está de más y así ir dando forma a la rutina de hoy. Esta vez, para ponerle un poco más de peso al asunto, conté con la encomiable ayuda de mis pequeñitas; que lindo es ser niño, para ellos todo es diversión, juegos y risas.

Al terminar la rutina de ejercicios, aproveché para pasear un rato con las niñas por los alrededores de las instalaciones. Vimos la tremenda piscina semi olímpica que está en desuso, disfrutamos un rato de la práctica de boxeo de unos muchachos y terminamos trotando por las caminerias del lugar.

¡Y de allí, tempranito a casa a merendar con el popular cafecito con leche y pan! Gracias a Dios regresamos a tiempo antes de que comenzara a llover...aunque finalmente no lo hizo.