Desde el ponsigué Click 301 25-12-2020

En mis inicios como estudiante de publicidad siempre me atrajo la publicidad institucional, era el área en la cual me quería desarrollar profesionalmente, pero a la vuelta de la esquina me vi envuelto en todo un mundo de publicidad de marcas, empaques y servicios, a la final me especialicé en la promoción de nuevos productos, de nuevas marcas y así crecí en experiencia, destrezas y conocimientos integrales.

Cuando tenía una fruta en mis manos me dedicaba a detallarla, tratar de ver lo que otros no ven en ella, llegar al punto de sacarle una historia propia de una obra literaria, de esa manera podía planificar una estrategia publicitaria innovadora para cualquier producto que algún cliente pudiera dejar en total confianza en mis manos.

Nunca me gustaron los clientes que me veían como un diseñador más, así iba en contra del dicho retrógrado de que el cliente siempre tiene la razón, el cliente tiene el dinero y tiene el producto, el publicista profesional y auténtico sabe como multiplicar ese dinero haciéndole una campaña publicitaria exitosa a su producto.

La ética profesional y sentido social del profesional en la publicidad es de suma importancia para los venideros escenarios mundiales post pandémicos, así lo necesita el mundo, la agencias de viajes y todo lo concerniente al mundo de las distracciones son los primeros en tener que adaptar su publicitad a lo nuevo que está por venir.