A lo largo de la vida, las mujeres van experimentando ciclos que la hacen más fuerte o más vulnerable, todo dependerá de su madurez y fortaleza.

Desde niñas nos enseñan lo que es bueno y malo, por lo que debemos esforzarnos, aprender y sobre todo lo que debemos o no tolerar de los demás, especialmente de la pareja con la cual decidamos procrear y hacer una familia.

Lo más normal en la vida de una mujer es estudiar, graduarse y tener una buena profesión, casarse, tener hijos y vivir así hasta el final de sus días. Es lo que nos enseñan y con lo que crecemos a lo largo del camino. Pero a diario, vemos cada vez mujeres solas, emprendedoras, que luchan sin depender de nadie a consecuencia de una decepción amorosa, que la haya llevado al divorcio y a su independencia.

Muchas de esas decepciones se originan por las palabras, si, aunque usted no lo crea, ¡por las palabras! Es que a menudo el hombre por su falta de filtro verbal, expresa opiniones sin darse cuenta que los sentimientos de las mujeres son lo único frágil que tienen.

Una de esas palabras es ¡GORDA!, que aunque parezca inofensiva, inocula en lo más profundo de la mujer terror, angustia y decepción. Entre las mismas conversaciones femeninas afecta solo el hecho de que tus amigas lo digan, se siente como ofensa y envidia, y peor aún que te lo diga un hombre o tu hombre, es una verdadera tragedia.

Las flacas, quieren ser gordas, las gordas quieren ser flacas, porque vivimos en un mundo inconforme y lleno de complejos. Lo superficial y físico tiende a ser lo más importante, haciendo a un lado lo realmente valioso, la vida misma.

Si bien es cierto debemos cuidar nuestro cuerpo por salud, evita decirle a una mujer que está pasada de kilos, evita menospreciarla y despreciarla por su físico. Las mujeres valemos lo que pesamos, y somos más que un cuerpo escultural o una cara bonita.

El consejo para los hombres es que si quieren tenerla siempre a su lado de buen humor, cuando les pregunten ¿estoy gorda? No le mientas si ves esos kilos de más, sólo se cuidado y sutil al decirlo, ayúdala a superar sus traumas, sus miedos e inseguridades. Amala con sus rellenos, cachetotes y caderas exuberantes. Recuerda que su gordura muchas veces es a causa de un embarazo, patología o enfermedad en la cual debes apoyarla en todo el proceso, así como ellas los aman a ustedes a pesar de sus barrigas cerveceras.