Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #13” OTRO AMANECER por @zmoreno

¡Hola a todos! Espero que se encuentren muy bien. El día de hoy voy a compartir con ustedes mi participación para este concurso tan interesante organizado por @adeljose (puedes conseguirlo aquí), el cual me hizo sacar esa parte artística e imaginativa de mí para lograr una historia acorde con la temática: la radiación solar y sus efectos en nuestra sociedad. Para ambientar mi historia realicé este dibujo exclusivamente:

Dibujo hecho por mí para este concurso, Isabella Moreno.

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Es el año 2100. Las cosas han cambiado un montón desde la última vez que alguien pudo salir al exterior sin resultar irremediablemente dañado. Las personas, sin recordar muy bien aquel pasado lejano que no los atacaba con los ardientes rayos de sol que ahora conforman parte de una normalidad aceptada, son felices como pueden.

Mi trabajo es observar y documentar el comportamiento de los sobrevivientes a través de mis cámaras, ya que no sirvo ni en cuerpo ni en alma para sentir la realidad por mí mismo. La piel se me haría cenizas como papel al fuego en cuestión de segundos; no caminaría un paso por el suelo sin vida cuando cada líquido de mi cuerpo sería tragado por el mismísimo aire desesperado; mis ojos quedarían cegados, mis manos inútiles; las decenas de trapos cubrientes y las gafas de pesado color negro no me dejarían analizar más que pesadas sombras encorvadas a mi alrededor. Así que, con simpleza, guindé cámaras. Y empecé a mirar y a hacer comparaciones.

He leído libros respecto a la antigua normalidad para informarme de las cosas que nadie quiere informarse. Como un ratón, escudriño reseñas históricas y archivos de época. Todo parecía ser tan quieto, tan tranquilo; la naturaleza acunaba a esa civilización lejana como a unos niños pequeños; les daba de comer, agua, cobijo, temperaturas controlables; en conclusión, la amabilidad en sí misma. Pero, la ambición de pequeños hombres poderosos hechos uno gracias a un objetivo común, hizo que, poco a poco, la naturaleza se volviera algo oscuro y cruel, vacío y agresivo, que respondió con las mismas herramientas del hombre, pero mucho peor. Muchísimo peor.

Fue muy tarde cuando nos dimos cuenta de que somos hormigas en un universo de cosas trascendentales. Queda de más decir que la crisis solar destruyó la vida como la conocían los pequeños hombres del pasado. Ya no existe naturalmente esa «agua dura» en ningún lado, y las temperaturas hacen que sea imposible albergar vida como antes. Nosotros, los pocos que quedamos luego de un exterminio masivo, estamos en bóvedas bajo decenas de kilómetros de hojalata y agua. Solo pequeños lugares se han salvado, como el fondo del mar, cavernas. Pero, ¿humanos? Aquellos sin recursos quedaron afuera y se quemaron o murieron ahogados en la inundación masiva luego de que desaparecieran los polos. Y realmente nada quedó de lo que se ambicionó. Todo pereció en la superficie y fue devorado por las garras del agua ardiente que cubrió el planeta.

Pronto no quedará nada. Ni personas ni cosas; la Tierra será otro planeta árido sin capacidad de albergar vida. Pero, por ahora, ¿cómo vivimos? ¿Qué sucede ahora?

Las personas llevan la piel llena de cicatrices o padecen profundas enfermades que les quitan la identidad. Muchos ya no ven; perdieron los ojos por los daños de los rayos solares.

Dibujo hecho por mí para este concurso, Isabella Moreno.

Hay personas que viven arriba, en la superficie. Deben cubrirse de pies a cabeza con materiales especiales que enfríen sus cuerpos y productos para la piel y ojos que los protejan. Al descubrir las caras, consigues más quemaduras, porque ni en las profundidades del océano se puede escapar del sol.

Dibujo hecho por mí para este concurso, Isabella Moreno.

El estándar de vida es pequeño; las personas envejecen y enferman pronto. Las plantas se quemaron a sí mismas y no hay tiendas como antes, porque no hay recursos que suficientes para todos. Todo ha desaparecido.

Dibujo hecho por mí para este concurso, Isabella Moreno.

Mientras tanto, el sol nos sonríe desde arriba, radiante, enorme y agresivo. Nunca se irá, y nosotros desapareceremos pronto.

Dibujo hecho por mí para este concurso, Isabella Moreno.

Lo único que me queda decir, en conclusión de mis estudios y reflexiones, es que tuvo que pasar lo peor para que finalmente nos diéramos cuenta de la verdad. Somos hombres; pequeños e indefensos hombres. Ojalá pudiera llevar un mensaje al pasado, quitarles los aires de grandeza y hacerles ver que somos tan volátiles como una mosca. Quizá estaríamos en la superficie, viviendo una realidad diferente. Quizá el sol no nos hubiera atacado como lo ha hecho. Pero, ¿qué se puede hacer ya en este punto de oscuridad? Sólo queda observar la belleza de otro amanecer hasta perecer…

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Muchas gracias por leer mi historia. Espero que haya sido de su agrado. ¡Saludos!