*NUEVO CONCURSO "RECORDANDO MI NIÑEZ" (@yokondap).

Gracias a la amiga @franyeligonzalez, apoyada por la comunidad #WorldOfXpilar por estos maravillosos concursos que tantos bellos recuerdos traen a nuestros corazones.

**Concurso "RECORDANDO MI NIÑEZ**

Para participar aquí les dejo el enlace:
https://steemit.com/hive-185836/@franyeligonzalez/nuevo-concurso-recordando-mi-ninez

MI PARTICIPACIÓN:

Recordar es vivir y yo tengo numerosos recuerdos de mi niñez.

De mi niñez recuerdo los juegos al escondite en plena calle. La misma calle donde siempre he vivido. Muchos de mis hermanos con quienes compartí juegos ya pasaron a mejor vida. A ellos les gustaba jugar a la Pelotica de goma. El bate no era como los que venden en las tiendas, mama no tenía dinero para comprar juguetes así que todo era de fabricación casera. El bate lo recuerdo bien era la mitad de una escoba vieja y la pelota, nada que ver con una pelota de goma, no que va yo la recuerdo de papel periódico pegada con harina y algo de teipe. Las navidades siempre fueron tristes por mas que mama se esmeraba en hacer un lindo arbolito para decorar nuestro hogar. Nuestro arbolito no era como esos que venden en la tienda, no para nada era una rama cortada de un árbol silvestre y se pintaba con cal y se le ponían algunos adornos fabricados en casa. Nada se compraba, todo era de fabricación casera. Al pie del arbolito colocábamos nuestra cartita al niño Jesús. El pobre niño Jesús, porque me imagino que debió ser muy pobre nunca pasaba por casa y si pasaba nunca traía los juguetes que yo le pedía. Años tras años me canse de pedirle una bicicleta de color rojo y esa Bici nunca llego. Así que retomando al cuento de hoy prácticamente nos criamos jugando en la calle con los otros chicos de la cuadra que también eran casi tan pobres como nosotros pero todos llenos de energía para correr y esconderse.

Con el paso de los años yo crecí y empecé a trabajar y ganar un sueldo más o menos aceptable, entonces nunca escatime en llenar de regalos navideños a todos mis sobrinos y no era cualquier regalito chino, sin menospreciar a los juguetes chinos, eran bellas bicicletas, trenes eléctricos, muñecas que caminaban y hablaban. Por esa razón nuestra casa siempre estaba repleta de sobrinos para la celebración de la noche buena. Para mi fue muy importante que mis sobrinos tuviesen una niñez feliz y que no se sintieran frustrados por la no llegada del niño Jesús.

Tiempos maravillosos, éramos felices con lo poco que teníamos y no lo sabíamos.

Nuestros juguetes eran muy sencillos y peculiares, nos permitían correr detrás de ellos y hasta embarrarnos.

Jugando con una bella pollita.

Mi papa y su flamante bicicleta por los años 30.

Mama nos disfrazaba y era una artista para ello.

Con mis hermanos en los año 70. Nótese que el arbolito es de cartulina reciclada.