Un día como cualquier otro el caracol recorre el jardín, agotado de llevar la misma rutina y el peso encima de su caparazón; se decide ir más allá para ver si encuentra algo más emocionante. No es fácil ser un caracol de jardín y llevar el peso a cuesta diariamente; además de ser lento en su andar y con su babosidad pegajosa que a veces le ayuda a deslizar y a veces no.

Con la rapidez que deseba tener atravesó ríos, bosques y montañas; padeció frío y calor, el peso de su caparazón fue una tortura en especial cuando atravesaba el desierto, una experiencia agotadora pero que ya viviendola valia la pena, según el caracol. Por fin estaba teniendo esa aventura, viviendo su experiencia fantástica.

Realmente, el pobre caracol estaba tratando de pasar el asfalto de la calle del jardín donde vivía hacia el otro del jardín vecino, expuesto al calor y a los peligros al realizar esta travesía...sólo en su mente fue que sintió que vivió esta aventura.

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Moraleja: En nuestra mente e imaginación podemos hacer que suceda o no estas experiencias que tanto deseamos. El limite lo pones tú.

Esta es mi participación en este concurso del amigo @adeljose. Este es el link si quieren participar: https://steemit.com/hive-185836/@adeljose/weekly-contest-creating-short-story-week-32-concurso-semanal-creando-microrrelato-semana-32.