La mayoría del tiempo, muchas personas estamos entre la espada y la pared, pensando que nuestros deseos nunca se harán realidad, creemos que como en ocasiones el camino se vuelve más difícil de lo esperado entonces significa que eso no es para nosotros, desistiendo y abandonando ese deseo por completo, tirándolo a la basura y volviéndonos cada vez más incrédulos y pesimistas, incluso podemos llegar a ser infelices cuando vemos que otras personas están viviendo sus sueños y para nosotros parece ser algo imposible.

Pero con un pensamiento como este ¿De verdad somos merecedores de una vida llena de éxitos?

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Cuando nos encontramos en el comienzo de nuestro camino, es muy fácil abandonarlo todo cuando nos topamos con el primer inconveniente, pero también es en este preciso momento que descubriremos si somos capaces, y por consiguiente, merecedores de que nuestros sueños se hagan realidad.

LA CONSTANCIA será el precursor de esa vida que deseamos.

Nada se logra sin esfuerzo, sin sacrificios y sin constancia; para enfrentar todos aquellos obstáculos con los que nos encontraremos en algún momento, también debemos ser fuertes y objetivos con nuestros pensamientos, tener seguridad y firmeza en cada paso que damos, y aún más ser determinados para poder continuar a pesar de todo lo malo.

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Desde hace tiempo, he venido gestando la idea de que “LA CONSTANCIA ES LA CLAVE DEL ÉXITO”, me parece una frase muy acertada porque personalmente he visto que no todas las cosas se consiguen en el primer intento, y si así fuera, necesitaríamos ser aún más constantes para mantenerlo en pie.

Un buen amigo me dijo una vez que “solo fracasamos cuando dejamos de intentarlo”, escuchar eso en aquel momento para mí fue muy liberador, porque me resultaba frustrante que le pusiera tanto empeño y esfuerzo a mis planes y nada me saliera como esperaba, me sentía incapaz y mis pensamientos se volvían más oscuros cada vez, pero escucharlo decir esa frase fue como quitarme la venda de los ojos, pude entender que la inmediatez en la que vivimos actualmente me estaba afectando de manera considerable y que la constancia juega un papel sumamente importante en todo lo que nos proponemos alcanzar en nuestras vidas.

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Desde entonces, acepto mis fallas e intento mejorar y no cometer los mismos errores en mi siguiente intento, ahora acepto que toda acción toma su tiempo para verle un resultado, dejo que las cosas fluyan a su manera sin sentirme fracasada, porque de cada falla al menos un aprendizaje me queda y solo ese hecho hace que todo el trayecto que ya he recorrido valga la pena, asegurándome que ahora cuento con mayor experiencia y mejor actitud para enfrentar lo que me queda por recorrer.

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Agradezco a todos por su atención.

¡Hasta prontito!