Recorría el camino de La Gran Sabana en su volkswagen escarabajo azul año 63. Timoneaba con mucha alegría su vehículo mientras disfruta del paraje de aquel parque nacional.

En su regazo reposaba la cabeza de Ninoska, su compañera de vida y de viaje. Su cuerpo yacía en el asiento de acompañante mientras sus piernas y pies colgaban con alegría por la ventanilla de la puerta derecha del vehículo.

En el interior de Ninoska se gestaba Natasha Antonella, la futura heredera de ambos. Ambos escuchaban las notas de la música que les agradaba mientras disfrutaban un coctel preparado por él.

Uno de los destino que pensaban visitar era la Quebrada de Jaspe, él había visitado ese hermoso paraje una vez, hace mucho tiempo, junto a su padre y hermana.

Él quería compartir con su pareja la experiencia de visitar aquel lugar que consideraba mágico. Aguas cristalinas recorriendo aquella piedra roja de Jaspe. Una experiencia natural exclusiva de aquellos parajes naturales.

Un repentino sonido invadió el lugar. Aquella corneta anunciaba el fin de la jornada laboral. Juan dejo de hacer la actividad que realizaba y se dirigió a los vestidores. Ya con la vestimenta de trabajo fuera de su cuerpo, tomo rumbo hacia la taquilla donde recibiría su paga.

Saco el dinero de la paga y lo contó. Luego alzo su mirada hacia arriba y con los ojos cerrados saco una cuenta mental. Bajo su mirada y la misma se cruzó con la de José, su compañero de trabajo y aventuras desde la infancia.

Con cara der interrogación, José hizo una pregunta a Juan:

• ¿Entonces? –

Juan con una sonrisa en su rostro le respondió:

• Listo, ya está todo el dinero completo. Mañana iré a comprar el volkswagen escarabajo azul destartalado que tiene en casa el señor Jorge. Lo restauro y pronto hare el viaje que tanto anhelo.

En todo su cuerpo se notaba la alegría de Juan por alcanzar aquella meta deseada. José lo felicito con un abrazo y luego ambos caminaron juntos a casa. En el camino José le comento a Juan:

• Ya tu sueño está comenzando a tomar forma –

Con gran satisfacción Juan le respondió:

• Si. Solo falta que restaure ese carro. Luego a buscar la mujer de mi vida para después formar una familia y hacer el viaje que tanto sueño –

F I N