El descubrimiento / Escrito original de @theatrorve / La imagen digital del día está hecha de acuerdo con mi propia imaginación y pensamientos (su competencia de escritura de historias 84)

Ya afuera de su nave exploratoria, el comandante José Vásquez, hacia su caminata espacial. Con su traje, especialmente diseñado para la misión, recorría el espacio alejándose poco a poco del transporte espacial.

Los sensores de la nave mostraba signos de vida en aquel sector del espacio y él estaba allí para verificar esa alarma. Millones y millones de kilómetros recorrido en la exploración de los universos que existían solo para contestar la pregunta que a angustiado a gran parte de la humanidad ¿Estamos solos?

A medida que recorría el basto espacio pudo observar una imagen que asemejaba una figura humana pero de tamaño inmenso. Sus ojos no podían dar crédito a lo que observaban pero los instrumentos en su traje lo confirmaban. Era una forma de vida.

Ya más cerca pudo distinguir que efectivamente la imagen pertenecía a un rostro de forma humana y de color azul que sobresalía de los distintos planetas y asteroides que flotaban en el espacio.

Todo el conocimiento adquirido como parte de la preparación de ese viaje no podía explicar lo que veía. Una lucha interna en su cerebro, entre la ciencia y la razón, batallaban por buscar una lógica de lo que sus ojos veían, su cerebro, una súper computadora, no procesaba tanta información visual.

A medida que avanzaba hacia aquel ser intento comunicar su descubrimiento a la nave nodriza desde donde partió a verificar lo que los sensores habían indicado. Eso acción fue imposible. No existía dicha comunicación. Verifico los instrumentos de su traje y confirmo, a través de los indicadores, que todo estaba bien. Sin embargo no lograba tener comunicación. Verifico si los sistemas de audio y video seguían grabando lo que escuchaba y veía, positivamente todo estaba funcionando a la perfección. Le preocupaba que no quedara registro de aquel momento, para él, sublime. Celestial.

En medio del recorrido observo como aquel rostro abrió los ojos, mirándolo directamente. Él se detuvo. Quizás no era una buena idea acercarse a aquel ser que el desconocía. El instinto animal, natural de los seres humanos, le indicaba que no era seguro, que era algo desconocido. Sin embargo la curiosidad, el deseo de exploración de él, discrepaba de lo que el instinto le decía.

Quedo por unos instante inmóvil, debatiendo que debería hacer. Luego de un instante aquel rostro mostro una leve y tierna sonrisa. Un gesto que podría indicar que no le haría daño. Que podría confiar en aquel ser, que con su tamaño, mostraba superioridad. Poco a poco fue apareciendo una mano, que con movimientos suaves se extendía hacia el visitante. La mano de aquel ser se extendía con la palma hacia arriba, improvisando una plataforma para el aterrizaje de aquel explorador.

El comandante José no sabía que decisión tomar. Podría ser un truco, y caeria en él, podía significar el fin de su existencia. Pero y si se equivoca, pensaba incrédulo, y si era la oportunidad de conseguir respuestas que la humanidad se ha hecho durante toda su existencia.

Con determinación continuo su caminata espacial. Su tenacidad como explorador le hacía tomar esa decisión. Mientras se dirigía a aquella plataforma de aterrizaje improvisada por el gigante azul miles de pensamiento en forma de pregunta lo acribillaban. ¿Sera el fin de la guerra entre la ciencia y la teología? Será este el comienzo de un avance para la Humanidad? O por el contraía ¿Sera este el fin de la humanidad?. Muchas otras preguntas lo acosaban y el solo seguía su recorrido hacia ese ser. Hacia el final.

Se acercaba y los instrumentos medico indicaban como la mezclas de sentimiento y emociones se apoderaban del explorador espacial. Ya cada vez más cerca. Cada vez más emocionado de ser el instrumento que enlazaría a la humanidad hacia otra especie. 100 metros, 75 metros, los propulsores de aire de su traje lo acercaban cada vez mas. 50 metros, 25 metros. Comienza una desaceleración de la velocidad. No quería estrellarse en aquella plataforma de aterrizaje. 20 metros, 15, 10, 5, ya caso detenido estaba a pinto de llegar, 5 metros, 4, 3, 2, 1, contacto.

En ese momento el comandante José, al tocar a aquel ser, siente como de su cuerpo hay algo que desea salir de él rápidamente. Su interior necesita expulsar un mal que está dentro de él. Se levanta de la cama, corre hacia el sanitario. Abre la puerta, enciende la luz, se arrodilla frete al W.C. y comienza a devolver todo el alcohol y los bocadillos marinos que había consumido, sin medida, en aquella fiesta donde estuvo anoche.

Todo aquel exceso había llevado a José a tener aquel sueño psicodélico donde se encontraba con seres espaciales en una galaxia distante. Después de haber terminado la labor de desagüe, es su pensamiento, solo existía la mentira más grande de una persona bebedora… “No vuelvo a tomar mas alcohol”

Oprimió el sistema de drenaje del W.C., apago la luz, cerro la puerta del sanitario y se dirigió a su habitación. Una vez acostado en su cama siguió descansando. En su mente el pensamiento natural de alguien que no aprende de los que a vivido.

“Tengo que descansar para recuperarme. Hoy en la noche es la fiesta de cumpleaños de mi hermano”.