Desde que cumplí los 50 años, y eso fue el jueves 12 de enero decidí llevar la vida con calma. Hacer solo lo que me provocaba y cuándo me provocaba. Eso me ha hecho bien, en todos los sentidos. Tal vez por eso, aún puedo sonreír plácidamente a los 70 años.

Carlos tiene 87, y los dos hemos construido un hogar con olor y sabor a café. Escribimos todos los días en Steemit, leemos mucho, vemos películas y sentimos el placer de dormir abrazados como dos recién enamorados. Ya nuestros cuerpos no son los mismos, la flacidez se ha echado a nuestro costado como un gata callejera que no acata los gritos que le damos para espantarla. Y como todo es perfecto, las arrugas de la piel han hecho que florezca la fogocidad ante un abrazo protector y un beso fugaz.

Hemos visto con alegría los cambios en nuestro amado país. La espera ha sido larga para poder el "re-nacer". Les recuerdo que desde el año 1999 hubo un cambio drástico en la Nación. La gente creyó que sería para bien, pero la realidad sobrepasó los límites de la incredulidad. Hubo hiperinflación, los sueldos de los profesionales eran casi "limosnas" que no les permitía alimentarse ni por una semana, se regularon los precios de los artículos de primera necesidad y se desató la escasez, el "bachaqueo" y las largas colas en los supermercados. Adquirir un producto significaba días de trasnocho, primero con huellas, luego por número de cédula. La gente envejeció antes de tiempo. Los hijos huyeron del país hacia otras naciones: Colombia, Chile, Perú... Parecíamos azotados por las plagas de Egipto. Murió el Presidente Chávez, en el año 2013. Y luego llegó Nicolás. El cáncer hizo metástasis. La gente protestaba, pero luego se cansó de eso. Hace, apenas diez año que se acabó la tortura; eso fue en el 2033. Si sacan la cuenta, hemos vivido 34 años sin esperanza, sin progreso. Los partidos de oposición parecían aves carroñeras que solo buscaban beneficios personales. ¿De dónde surgió la luz? De los jóvenes que emigraron, que se organizaron y llegaron al país con el deseo de refundarlo. Hubo elecciones y surgió un candidato nuevo, preparado, que desde los 20 años había de Venezuela y llegó para llenarnos de esperanza.

No ha sido fácil poner las cosas en su lugar, sobrinos míos, acá hay venezolanos que nunca han visto ni vivido algo diferente a este sistema político que me place llamar "Sucialista", porque la "suciedad" ha sido su signo y porque han resultado ser muy "listos", fíjense que nos quitaron el deseo de pensar en un "cambio". ¿Saben? los que probaron las mieles del poder están muertos, algunos se han asilado en otros países , y casi nadie está preso.

La espera ha sido larga, pero también la "enseñanza" nos ha dejado marcas imborrables en el carácter.

Como ya han de saber, Víctor no quiso tener hijos, pero logró unirse a una pareja hecha a su medida, amante de la familia, inteligente, entrenadora como él y muy paciente. Carlos y yo la queremos mucho, porque sabemos que cuando nos toque partir, él tendrá a alguien que lo consuele. Él ha vivido muy apegado a nosotros.

Ya para cerrar esta larga carta que me ha permitido ordenar un poco el pasado del país y el de mi vida, me permito decirles que cuiden de su "casa interior", es decir de su cuerpo y de su alma: hagan ejercicios, aliméntense de manera sana, lean para que cultiven su mente, escriban para la imaginación se adueñe de los espacios, miren el mar, las montañas, el sol, la luna, el río y disfruten de esos tesoros que nos regala la tierra. No se olviden de visitarme, pues la compañía de ustedes me hace sentir útil.

Nunca tomen "atajos", caminen siempre derecho por el camino "real", por la senda de los principios y de los valores. Vivan el día como si fuera el último, y traten de ser felices sin hacerle nunca daño a nadie.

Los dejo, mis sobrinos, porque se me está haciendo tarde para hacer mi fiesta de cumpleaños número 70. Los quiero mucho.

Invito a mis amigos @genomil, @aplausos y @elider11. Aquí la información