Era un día normal, más bien aburrido, parecía que iba a llover, me asomé varias veces para ver cómo se movían las nubes, esperaré, —eso pensé, sin embargo, como algo mecánico agarré mi tapabocas y salí.

Siempre que voy a caminar tomó el sendero más sombrío y más calmado, recuerdo que ese día venían varios muchachos corriendo, creo que huían, luego se oyeron disparos, pensé que iba a ser una caminata tranquila, pero este evento cambia todo, pude seguir, los disparos siguieron, sin embargo, no tuve miedo, continúe y él Marquito estaba allí mirando, se me acercó y me dijo si dices algo vas a tener problemas, se metió la pistola en la cintura, luego llegó un amigo en motocicleta y se lo llevó.

Cuando terminé de caminar el trayecto diario, regresé tomando otro camino, me volví a encontrar con el Marquito, estaba tranquilo, tomando licor y jugando dominó, el de la moto me señaló, apuntando con el dedo, luego todos rieron, seguí como si no los hubiera visto.

Al llegar a la casa veo que hay policías y una señora está llorando, pienso en la lluvia que ahora sí se va a soltar, le preguntó a uno de los curiosos sobre lo que está pasando y me dice que hubo un muerto en el tiroteo y buscan a la banda del Marquito. Un policía se acerca y me pregunta si he visto a este tipo, me muestra una foto, si, es el vecino le digo. ¿ Fue el que disparó? Le dije que no lo sabía, okey, no hay problema. ¿Conocía al muerto? Me quedo mirando como recordando el momento de los disparos y le vino a la mente las palabras de amenaza del Marquito, yo solo caminaba le digo, okey, Le dice a su compañero que yo puedo ser testigo, porque estuve en la escena del crimen ¿hay algún problema? ¡No! sólo si llueve, no puedo mojarme, he tenido síntomas de gripe. Tranquilo, podemos venir.

Se fueron todos y me quedé solo. Me recosté un rato y volví a ver a la señora llorando, el Marquito venia agarrado a sus amigos y vi como los muchachos saltaban hacia el monte, luego sentí la lluvia golpeando fuerte el techo.

Veo la hora, ya es de noche, algunos relámpagos van iluminando por partes, mejor sigo durmiendo, seguro va a ver mucha agua y no puse los tobos para las goteras, me envuelvo en las sábanas y siento que me están mirando, para mi sorpresa, veo que es la señora que llora, me pregunta si lo que dije es verdad, no he dicho nada señora, la policía lo interrogó, mi hijo no usa armas, la miro y cierro los ojos con fuerza, luego siento que alguien más mira y sonríe, ¿Qué te pasa? le digo, se ríe, luego llama a otro que está allí, es el de la moto, se asoma y me dice: viste la noticia, el Marquito no estuvo en ese sitio, a veces es mejor caminar por lugares más concurridos, le dijiste algo a la policía, no hay que decir nada, es mejor quedarse callado, por lo menos mucha gente te aprecia, vendrán a visitarte, que duermas bien.

Me levanté asustado y fui hacia la ventana, el cielo estaba muy nublado, miré el tapabocas a un lado del mueble y había un periódico abierto, allí estaba el Marquito, decían que había sido identificado por un vecino, luego de un cruce de disparos, había salido herido, alguien le había quitado la vida, la policía dice que tiene un testigo que caminaba por los alrededores.
Recuerdo que solo salí a caminar o eso fue lo que pensé, afuera la lluvia arreciaba, entienda señora yo no he dicho nada, entienda, lo último que vi fue ese dedo apuntándome, mientras escuchaba los truenos sacudir la noche.