La imagen digital del día está hecha de acuerdo con mi propia imaginación y pensamientos (su competencia de escritura de cuentos (109)/"EL CARDUMEN QUE SELLO NUESTRO AMOR"

Amor... recuerdas esta foto, ven siéntate a mi lado y vivamos por unos momentos estos lindos recuerdos. Diooooos... claro que lo recuerdo, ya han pasado 10 años y aun no dejo de reírme, la impresión en tu rostro, merecía grabarse para la historia, estabas tan impresionado que no dejabas de decir: "Basta... basta... basta... ya déjenme", yo estaba muerta de risa y tu no parabas de gritar, ufff... que recuerdos tan inolvidables.

No sabia de que se trataba... era nuevo para mi, nunca había vivido algo así, imagínate, estábamos besándonos apasionadamente , listos para entregarnos el uno al otro, con el único sonido de un mar tranquilo, y de repente...plaf... plaf... plaf... un cardumen de peses saltan de repente sobre nuestros cuerpos, no creo que era para ponerse a reír amor.

Je... je... je... no pude evitar reírme, no se si era miedo, sorpresa, temor, angustia, o el solo hecho de verte gritando como loco, se disparaba la adrenalina amor... todavía no puedo evitar hacerlo después de tantos años.

Yo le daría un titulo a ese día, "El Cardumen que Sello nuestro Amor", dime si te gusta y escribimos una historia. Estas loca... si pero de amor por ti después de tanto tiempo, algún día nuestros nietos recordaran que sus abuelos fueron sorprendidos en el mar mientras se besaban apasionadamente, por una camada de cardumen... seguro, se reirán como hoy lo hacemos tu y yo.

No puedes negar que no solo fue una experiencia sorprendente y apasionante, sino además, muy productiva, después que bajo la adrenalina y tus pupilas se estabilizaron, corrías por todas partes buscando donde poner tanto peces, parecías un niño con regalo nuevo, te ponías tu dedo en la boca y hacías shhh... shhh... shhh... je ... je... je... como si temieras que los peces regresarían a su hábitat y perderíamos ese momento. ¡que locura!...

Jamás olvidare ese bello mar, testigo de nuestro amor, con sus tenues colores rijosos entremezclados entre si, listo para sellar el atardecer nublado de ese día, y una pizca de luz que se vislumbraba entre las costas de las montañas, y sobre todo, tu y yo con todo ese mar para nosotros.

Cuando llegamos a la casa de la playa,vaciaste tu franela que estaba full de peces y distes la noticia, la gente corría como loca a disfrutar de los beneficios que Dios regala cada cierto tiempo a la humanidad, eso me hizo comprender que la naturaleza es tan gentil como su creador.