Hola mis amigos, estoy muy feliz de poder participar esta semana con la historia creativa de manos de nuestro amigo @adeljose, ese circuito eléctrico de portada del post de este concurso, me hizo recordar mi niñez, cuando por primera vez que vi un tablero de esos, me imaginaba que era una casa con sillas, mesa y todo lo demás, se presta para que la imaginación pueda volar jijiji. Aquí les dejo mi historia, espero sea de su agrado: )

Sembrando en un enorme terreno Don Julián se la pasaba noche y día cosechando y sembrando, nada tendría que buscar fuera de sus tierra.

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Pasaron varias lunas y esperaba con ansias el regreso de su amada esposa, ya debía de haber regresado de casa de su hija hacían tres días y nada que volvía.

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En vista de que no regresaba pensó ¿que algo pudo haberle pasado?, decidió que esperaría un par de días más y si no regresaba saldría a la ciudad más cercana para llamarla por teléfono.

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Los malos pensamientos venían a su cabeza, se imaginaba que su mujer había enfermado de algo grave, ¡tal vez un nieto o su propia hija!, ¡o su esposa dejo de quererlo y lo abandonó! ; atormentado con tantos pensamientos salió al riachuelo a bañarse para despejarse, pero la preocupación lo ganó, se dio un baño rápidamente y se fue a buscar respuestas del porque su compañera aun no regresaba.

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Subió a su caballo y en pocos minutos llego a la ciudad más cercana, faltándole solo unos pasos para cruzar a la ciudad pudo observar que los postes de la electricidad estaban caídos, aquella situación le pareció peligrosa, así que se agarro con fuerzas de su caballo y pasó a la ciudad.

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Al estar allí, sentía un aire extraño en ese ambiente, observo a unos niños jugando en el parque, detrás de ellos dos señoras que debían de ser las madres, pero esas señoras tenían en sus manos un extraño aparato muy similar a un control de televisor.

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Don Julián extrañado de aquella supuesta normalidad, a pesar de los postes en suelo, decidió acercarse más, se detuvo en un árbol donde amarraría a su caballo, pero cuando puso un pie en el suelo una especie de energía lo envolvió, trato de caminar y se le dificultaba dar los pasos.

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Las señoras con los aparatos extraños le dijeron:

Para que puedas controlar esa energía, tendrás que buscar el regulador de corriente, cruzando la calle esta la tienda donde lo puedes conseguir.

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Y así atendiendo lo que las mujeres le dijeron, Don Julián avanzo hacia la tienda, pero para poder dar un paso le costaba mucho, iba en cámara lenta, un paso a la vez, pasaron alrededor de dos horas hasta que pudo entrar a la tienda.

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Allí se encontraba un señor con un enorme bigote que le dijo:

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En definitiva se ve que no eres de la ciudad, debo explicarte las condiciones para adquirir uno de mis controles de corriente eléctrica.

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Ya hace más de seis meses vivimos con este sistema de circuito para controlar corriente, todo esto comenzó a causa de un colapso por el uso excesivo de aparatos eléctricos, la ciudad estaba en un descontrol total, se recalentaban las guayas y todo los que nos surtía de energía eléctrica, se nos advirtió las consecuencias de esto, y se promovieron campañas para reducir los niveles de consumo.

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Ninguno hizo caso al llamado, pensaban que eso era mentira y que eran inventos para poder controlarlos, más bien aumento el consumo de energía exageradamente, lo que ocasionó que explotara la planta principal que nos surtía.

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Esto ocasionó que todos los postes de las calles colapsaran, cayéndose al nivel del suelo, generando una especie de campo magnético y siendo yo un científico en esta área idee este sistema para que no clausuraran la ciudad.

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Muchos de los habitantes se fueron y los que quedamos aquí debemos usar este dispositivo diseñado por mí, es gratis, solo tienes que firmar un contrato donde renuncias a salir de la ciudad, el que se queda aquí vive una vida cómoda, se les surten con los implementos necesarios para vivir, sin que nada le falte.

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Don Julián miro sus manos rotas llenas de cayos, y pensó que no le caería nada mal descansar y si su mujer no volvía, él se quedaría allí viviendo una vida tranquila.

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El que desee vivir aquí tiene que regirse por este aparato que tiene unos botones que controlan los niveles de energía durante el día, solo de día nos manejamos de esta manera, las noches solo son para descansar.

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Entre tanta palabrería, muchas de ellas Don Julián no entendía, así que prefirió no arriesgarse y salió lentamente de aquella tienda despavorido, esta vez tardo un poco menos en regresar, subió a su caballo y se marcho.

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Jamás pensó en que una ciudad así pudiera existir, fue tentado a renunciar a su vida, pero solo de pensar en que nadie le atendería a sus tierras y que no volvería a bañarse en su adorado riachuelo, ni a ver a su familia, lo hizo reflexionar … jamás soportaría vivir así.

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Ya en su humilde casa entre las matas de plátano y cambur, salieron corriendo a abrazarlo sus nietos y su mujer, que habían tardado en volver porque también habían quedado atrapados en el campo eléctrico de aquella ciudad, pero lograron salir para estar con él en sus tierras prosperas, para vivir una vida rodeados de amor sin ningún control que los ate.

Fin

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Espero les haya gustado.. Hasta la próxima…Bendiciones…!!