“UNA IMAGEN, UNA HISTORIA” LA APUESTA

Una nueva semana en las excelentes propuestas de retos de la amiga @franyeligonzalez. Una oportunidad para escribir en forma creativa con el aporte de una imágen aportada por @franyeligonzalez.

Les comparto el reto del post para que no se lo pierdan ¡¡NUEVO CONCURSO!! // “UNA IMAGEN, UNA HISTORIA” no olviden pasar a dejar su apoyo.

Invitando a @nestorgarcia y @javima a participar en este reto.

_{Fuente reto @franyeligonzalez}

LA APUESTA

Los amigos disfrutaban de su encuentro de todos los jueves, ellos acostumbraban a reunirse y tomar algunas copas, lo hacían ese día por el descuento del bar de siempre.

Siempre surgían conversaciones de trabajo ya que ellos compartían sus cubículos en la compañía aseguradora. Juan acostumbraba a sus aportes estadísticos, era una maquina de cálculos de posibilidades y causas de accidentes.

Reinaldo era el más conversador siempre tenia ideas un poco audaces, soñaba con hacer paracaidismo, lanzarse en vehículos a toda carrera, pero nunca nos enseño esas fotografías que decía tener. El trío lo cerraba Pedro, era el más inocente de los tres siempre servicial y buena gente. Se metía en buenos líos, ya que trataba de ayudar a sus asegurados haciendo quedar mal a la empresa. Pero no lo podían despedir era sobrino del dueño de la compañía.

Así surgió la conversación sobre el nuevo edificio a donde mudarían las oficinas de la aseguradora, las dos torres más altas de la ciudad unidas por un túnel de cristal.

Allí surgió la premisa; había que pasar de una torre a otra. Por supuesto casí todos dijeron qué si, el primero Reinaldo con su capacidad para las alturas, el segundo fue Juan dónde sacó a relucir los datos sobre la seguridad de ambas torres, pero Pedro no confirmo su participación.

En la oficina tuvieron conocimiento de la conversación y todo se convirtió en una apuesta sobre ¿Quién sería capaz de ser el primero en pasar por el túnel de cristal cuando estuviera terminado?

Los días pasaron rápidamente y la apuesta creció. Llegamos al día de la mudanza y cuando todo estuvo listo, los tres amigos subieron al último piso.

Al asomarse a esas alturas las piernas de Reinaldo comenzaron a temblar y toda esa valentía se fue al retrete. Juan insistió que estadísticamente un accidente de avión era más grave que caerse de ese túnel, pero también desistió de pasar por el túnel alegó tener familia que dependían de él. Sólo quedó Pedro para la zanjar la apuesta. Dió los primeros pasos y quedó embelesado por lo pequeño que se veía todo abajo.
En eso se escucho un alboroto de los obreros de la obra, pidiéndole que regresara, pues el túnel no estaba terminado aún. Todavía no se sabe cómo terminó del otro lado sano y salvo. Aquel día lo llamaron el día que Pedro flotó.

Lo que muy pocos se enterarón, fué que Pedro le ofreció una parte de la apuesta a los bromistas obreros.

¡Gracias por tu visita!