Una Imágen Una Historia: El Secreto de la Isla. 🤫

Cada día veo pasar el atardecer ante mis ojos hasta que comienza la noche, a lo lejos puedo admirar el extenso mar lleno de maravillas en sus profundidades.

Me intereso en la belleza del ser humano cada vez que veo pasar a alguien frente a mí, nunca digo una sola palabra, porque tan solo con mi mirada soy capaz de procesar y escanear todo.

Subjetiva. Así es la belleza ante mis ojos.

La naturaleza humana por excelencia es ignorante, y se centra solo en aparentar. Con el pasar del tiempo se ha vuelto un poco destructor pensar para ti, por tus bienes y tus comodidades, es común, y no me tomó el tiempo de juzgar a las personas por su apariencia física.

Prefiero ir un poco más allá. Tal vez observar en silencio sus comportamientos o su lenguaje corporal, como se expresa o que transmite su mirada, creo que es la mejor forma de conocer que tan dañado está el ser humano.

¿A qué quiero llegar con esto? Soy una mujer de pocas palabras, a menos que una persona me interese. Vivo en una isla muy conocida, mayormente en las noches, cuando el agua comienza a brillar por una espléndida curiosidad subrreal. Las aguas biolominicentes se han vuelto una maravilla más para este mundo frágil y lleno de desorden.

Pero las personas, sin conocer cual es el comportamiento de esta isla tiende a visitarla muy seguido.

En la noche, cuando el brillo se deja ver, el cielo se abre y de el descienden los rayos más potentes que pueden haber. Aún así... prefiero no advertir nada.

Dejo que las personas vengan, disfruten, y cuando el espectáculo comienza, dejo que salgan corriendo como animalillos asustados.

Pero esta noche, algo en específico llamó mi atención. Observo a lo lejos sentada en el porche de mi choza un grupo de jóvenes. Tres específicamente. Consumidos en medio de la tecnología no dejan de tomarse fotos, mostrando lo hermoso de las aguas.

Como brillan, como actúa de manera especial.

Me detengo a mirar detalladamente, esperando a que los rayos comiencen a caer, y no pasa mucho cuando el cielo comienza a abrirse y las nubes se expanden a su al rededor.

Entonces ocurre.

Las poderosas descargas de electricidad descienden con una fuerza sobrenatural capaz de matar a cualquier personas. Espero y espero... pero ellos deciden quedarse y comenzar a tomarse fotos con su teléfono.

Abro los ojos sorprendida, ¿cómo alguien prefiere arriesgar su vida solo por tener una simple foto? El comportamiento de estos chicos causa revuelo dentro de mí. Así que decidida camino hacia ellos, sintiendo la arena pasar por mis pies descalzos.

Creo que mi presencia les ha asustado más que lo que está sucediendo.

—¿Sabeis que puedes morir si uno de esos cae encima de ustedes?—pronuncio llamando su atención, los tres se centran en mí.

Puedo verlo, son hermanos trillizos, hombres.

—¡Que susto me ha pegado tío!—exclama uno de ellos. Los tres son pelinegros, con rasgos parecidos, frunzo el ceño concentrada.

—Vamos chicos, volved a casa, os podrías enfermar aquí—les aconsejo, pero ellos solo se ríen.

—Váyase a dormir mejor señora, tal vez su cuerpo no aguante estar despierta a estas horas.

Subo las cejas sorprendida, no me lo esperaba. Pero decido reír y con un asentimiento me doy la vuelta y comienzo a caminar de nuevo a casa. Entonces vuelvo a esperar...

Un rayo a caído a pocos metros de ellos, y creo que les ha afectado, tanto así que dejan caer el aparatito con el que se tomaban fotos anteriormente. Consternados todos se exaltan y comienzan a correr hacia mí, sonrió irónicamente.

—¿Ahora si quereis volver a casa?—pregunto con una sonrisa—Adelantaos a la salida antes que se haga más tarde y el cielo se moleste más con su presencia.

—¿Acaso es bruja?—pregunta uno de ellos y yo niego soltando una risotada.

—Los años han servido de algo. Tomad este consejo; no desperdicieis los años de vuestra vida en cosas tan vanales como una simple foto. No les habrá servido de nada cuando llegueis a mi edad.

»Aprovechad la vida, disfrutad de la mejor manera y mantengan la calma en los momentos de presión, os ayudará mucho para mantener intacta vuestra paz mental. Ahora corran y salgan de esta isla cuanto antes.

Ellos no lo piensan y salen de la isla como todos los demás, corriendo, asustados. Tal vez esto les sirva de enseñanza.

Y sí, podría haberles invitado un café, pero entonces se hubieran dado cuenta de que observo a todos desde lejos porque eso me ayuda en saber el comportamiento del ser humano.

Mi nombre es Martha, tengo sesenta y siete años y cuarenta trabajando con la tecnología.

Y si ellos entraran a mi choza se habrían dado cuenta de que esos rayos no fueron reales, fueron una ilusión óptica creada por mi, para ver que tan susceptible es la mente humana, y como nos hace ver cosas que no existen y que no son.

Invito a participar a mis amigas @dulcem05 y @mayepariata