Un hermano sin llevar tu sangre.

Persona a quien consideras parte de tu familia.

Una relación de afecto, simpatía y confianza.

Eso y más es la amistad.

Aunque estén lejos.

Sin importar diferencias o desacuerdos.

Sin reconocer edades o estratos sociales.

La amistad, siempre, será el comienzo para un inmenso y gran amor.

Todos hemos tenido personas a quienes consideramos “amigos”.

Yo considero que el solo hecho de llamar a alguien de esta manera tiene un valor especial.

Esa persona a quien llamas “amigo” es con quien puedes ser tu mismo, contar experiencias, reír juntos, un apoyo mutuo, ese hombro donde puedes llorar es un amigo.

Alegrase por las metas del otro, cumplir sueños juntos, hablar de todo un poco, sin ver apariencias ni conveniencias.

Conocer a la otra persona hasta tal punto de decir “no, a él o ella no le gusta eso”.

Querer ver a tu amigo crecer y tener éxito en todo lo que se proponga.

Y amar a esa persona por lo que es.

Somos diferentes, con gustos y opiniones distintas, lo que una persona te ofrece nunca será lo mismo que otra. Nunca, tocaras todos los temas con una sola persona. La clave de la amistad está en conocer y disfrutar de cada quien como es, sin buscar cambiarlo o aprovecharse de él.

En cada foto soy yo con un amigo, a cada uno lo quiero y amo por igual, con cada uno mantengo conversaciones diferentes, a cada uno quiero verlo crecer y tener éxito en todo lo que se propongan. Todos tienen mi amor en sus manos. Todos se han ganado el amor que siento por ellos, con palabras, acciones, con experiencias juntos, conversaciones, siendo ellos mismos. Mi lugar favorito en el mundo son ellos.

Mi círculo de amigos es minúsculo, de cada uno he aprendido, con cada uno he llorado, reído y me he divertido. Todos hemos cambiado con el pasar del tiempo (siempre para mejor) y nunca hemos dejado de ser amigos a pesar de las diferencias que hayamos tenido.

Busca ese lugar donde puedas ser tu mismo, donde el cariño y amor sea mutuo, donde la confianza y honestidad sea el primer valor.

Si existen desacuerdos la clave está en hablar y solucionarlo. Las verdaderas amistades entenderán lo que está pasando.

Mira por encima de la mesa, siempre, y conocerás personas increíbles en cada lugar al que vayas.

No juzgues sin conocer. Convive, de cada persona se puede aprender algo. Sin mencionar las experiencias que puedes vivir con ellos.

Mantén presente siempre que la amistad la encuentras junto a las personas correctas.

Valórate y convive con las personas que se ganen tu cariño.