Concurso Semanal, "Creando Cuento Semana #10". LA NIÑA PERPICAZ. Por @ nellita66 Club5050

_{magen dibujada y fotografiada por @nellita66}

Era una hermosa mañana, ya los rayos del sol comenzaban a alumbrar la habitación de Cristina, una pequeña de 8 años que cursaba su segundo grado un colegio cercano. No quería ir al colegio, estaba muy triste y confundida.

Dejemos que ella misma nos cuente lo que sucedió.

Vivíamos en un pueblo pequeño donde la naturaleza era la protagonista, ya que todo lo que nos rodeaba eran árboles, flores y ríos.

Mis padres eran personas muy cariñosas y trabajadoras.
Trabajaban cosechando frutas para un hacendado amigo de mi padre.
Tenían un buen salario que nos permitía vivir. Soy la mayor de mis hermanos y somos 3 en total.
Mis padres estaban pendientes de nuestra seguridad física y emocional y por eso, siempre, nos decían que no nos acercáramos a extraños, pero en mi segundo año de escuela me sucedió algo, que no fue precisamente con un extraño.

En mi segundo año de escuela me invadió interés muy fuerte por la música. Así que hablé con mis padres para tener clases de piano en el colegio. Mi padre me apoyó e hizo que me inscribieron en las clases de piano.

Al principio era muy bueno aprender ya que mi profesor era muy amable, yo diría que demasiado, jugaba con nosotras y decía palabras cariñosas, pensé que era algo normal.
Luego, con los dias, el profesor comenzó a decirme palabras que yo consideré, a pesar de mi corta edad, que no eran apropiadas, sin embargo solo sonreía, porque no quería que me regañara o algo así.

Pasaron algunos días y comencé a notar que el profesor me miraba muy diferente a las demás niñas y pensé "no debo sonreír al profesor", pero no lo lograba y eso me hacía sentir muy mal e incómoda. Mi madre siempre decía que yo era muy madura para mi edad.
Un día cuando estaba tocando el piano el profesor se me acercó y me rozó el cuello de una manera indebida con sus manos.
Luego cuando quiso acercarse a mi cuello para besarlo, le dije, con mucha firmeza, que no lo hiciera y salí corriendo de ese lugar, muy asustada. Llegué a mi casa en un total silencio. El otro día no quería asistir a las clases de piano. Me sentía tan triste, pensaba que tenía la culpa de todo lo que sucedía.

Estaba muy triste, angustiada, confundida, y no sabía qué hacer.
Pero mis padres sabían lo mucho que me gustaba el piano y mis clases de música.
Les extrañó muchísimo que no quisiera asistir. Así que comenzaron a sospechar que algo pasaba; se dieron cuenta que, con los días, no era la niña extrovertida y alegre de antes.

Recuerdo que los dos entraron en mi habitación y me preguntaron directamente que estaba pasando.
Tenía mucho miedo de decirles, pero mi madre tomo mis manos con tanto amor, se arrodilló y me dijo: "hijita, sea lo que sea puedes contarnos, estamos aquí para ti" ..

Cuando escuché esas palabras comencé a llorar y a hablar al mismo tiempo con grandes sollozos. Les conté todo lo que sucedía en cada clase, y automáticamente sentí que me había quitado un peso de mil kilos de encima.
Mi padre se levantó de la cama de un salto y quería correr a buscar al profesor, pero mi madre lo detuvo.
Mi madre también estaba indignada, pero quería evitar la desgracia en nuestra familia.

Luego cuando se calmaron los ánimos me preguntaron que si me Había tocado de otra manera, y yo le dije que no que solo me rozaba el cuello y me decía palabras de adultos.
Mis padres fueron al colegio y les pusieron el problema al director y a la junta directiva.
Estos enfrentaron al profesor, él solo decía que trataba con cariño sus alumnas, la directiva se puso alerta y abrieron una investigación y, efectivamente, yo no había sido la única niña a la que había acosado.
Finalmente lo botaron de la escuela y perdió su licencia como profesor.

***Mis padres se ocuparon de atenderme emocionalmente, ya que estaba desvastada. Mi madre se quedó en casa algún tiempo, hasta que me recuperé.

Regresé al colegio y ¡que feliz me sentí, cuando asistí a mis clases de música nuevamente con una bonita profesora.!***

Ahora cristina es una hermosa madre de dos lindos pequeños y se convirtió en profesora de piano en el mismo colegio donde estudió.

Moraleja: Observen a sus hijos. Hijos confíen en sus padres