Concurso de escritura de cuentos 119. Juegos del Sub-conciente | Por: @nellita66

Cuando el subconsciente juega con tu mente, es porque estás dormido profundamente. Comienzan a aparecer imágenes inexplicables en tu cabeza. Aunque son imágenes con las que, en algún momento de tu vida, te cruzaste; casi no puedes recordar si fue hace mucho o hace poco.

Me quedé profundamente dormida, creo que estaba en la Etapa tres, se llama sueño profundo, aunque muchas personas lo definen como sueño de ondas lentas, en fin, estaba profundamente dormida.

Sin embargo, mi subconsciente comenzó a crear imágenes hermosas inexplicables y abrumadoras.

Mientras miraba el imponente cielo, el cual me parecía que caería encima de la espesa naturaleza. Era inexplicablemente hermoso. Ese hermoso cielo azul, me estaba sonriendo y sus hermosas nubes prometian protegerme.
De pronto se escuchaba un zumbido ensordecedor que venía del norte, no sabía si correr o parar.
De repente apareció ante mí un viento arrollador que me lanzaba de un lado a otro, hasta que me detuve entre dos mundos: un mundo oscuro y tenebroso y otro calmo y refrescante.
Estiraba mi cuello de izquierda a derecha, como si estuviera negando un suceso. Seguía dormida y no quería despertar, quería saber que sucedía y de repente aquel atronador zumbido volvió aparecer, pero esta vez con más fuerzas, arrastró todo a su paso. Una gran neblina lo cubrió todo y aparecieron grandes murallas que en un instante serían consumidas por un remolino que arrastraba árboles, animales feroces, montañas y hasta murallas inmensas.

Sentía que me hundía en un profundo abismo, trataba de gritar y mi voz se confundía con el viento, nadie escuchaba, la angustia de mi corazón se tornó en desesperación, y cada vez me consumía más en aquel oscuro abismo.

¡De repente sentí que gotas de lluvia comenzaban a caer sobre mí, y dije: no puede ser va a llover! oh Dios mío ayúdame! y fue como si una luz apareció de repente. Me desperté.
Al despertar me di cuenta que estaba sudando como si estuviera en una sauna y mi corazón latía de prisa.

Había tenido una pesadilla.

Gracias por leerme. Hasta pronto...