Hola, querido diario. Hoy es martes 4 de agosto y realmente ha sido un día extraño. ¿No te ha pasado que a veces la naturaleza, la vida y el universo conspira a tu favor? Hay veces que aunque estemos desanimados, la vida te va diciendo que hay que tener fe, que hay que levantar la cabeza, seguir caminando a pesar de los tropiezos, porque si estamos vivos, las posibilidades son infinitas. Bueno, eso fue lo que me ocurrió hoy…

Me desperté a las 7 de la mañana porque habían dicho que cortarían la luz a las 8. En mi casa ocurre una cosa terrible y es que si se va la luz, volvemos a la prehistoria, ya que nos quedamos sin agua porque en casa se trabaja con bomba, no podemos cocinar porque ahorita no hay gas y cocinamos en una cocinita eléctrica y por supuesto, nos quedamos sin internet, y sin ganas de hacer nada, pero extrañamente, ¡¡no se fue!! Ahora lo que debería ser normal, nos causa alegría.

Bueno, como se iba a ir la luz, habíamos agarrado agua y habíamos previsto hacer una comida fácil. El agua nos sirvió para hacer los quehaceres y la comida fácil, nos sirvió para no pasar mucho tiempo en la cocina: Hicimos una ensalada, carne salteada, papa colombiana, pan, y una salsa para untar. Una comida extraña, pero rápida.

Luego de almorzar me puse a revisar Steemit, a votar y a comentar publicaciones. Cuando de repente veo que @franyeligonzalez publica los resultados y soy la ganadora de su concurso semanal. Empecé a gritar, a bailar y a agradecerle a la vida tanto. Me sentí que hay días que soy la favorita de Dios.

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Luego de hacer la siesta, mi madre me dijo que una vecina me estaba buscando y que pasara por su casa. Aunque tengo días que no salgo, no tenía ganas de hacerlo, pero fui porque pensé que podía ser una emergencia o un chisme. Jajaja. Bueno, pensé que también podía llevar mi celular y tomar algunas fotos en el camino. Así, mientras caminaba hacia la casa de mi vecina, me detuve a hacer algunas fotos.

Una de las cosas que me llamó la atención es la cantidad de vegetación que está naciendo por las paredes de las casas y por las ranuras de las aceras, prueba suficiente de que la naturaleza está viva a pesar de todo lo que estamos viviendo. La naturaleza, verde, frondosa, silvestre, crece más allá de cualquier pronóstico.

Cuando llegué a casa de mi vecina, me dijo que había soñado con mi papá y que había cortado unos lirios para que pudiera ponérselo en el altar que tenemos en casa. Yo, encantada con mis lirios, se los puse allí, en el rinconcito de los “amores”, donde están mi padre y mi abuela.

En la tarde, mi madre me avisó que la antigua esposa de mi hermano, que hasta hace poco estaba renuente de traer a Juliet a la casa, la dejaría mañana, otra vez, para que pasara el día con nosotras.¡¡¡ Esa noticia mereció un triple Yupi!!!

Mientras leía algunos posts sobre El juego del Diario me di cuenta que las tragedias de los venezolanos son las mismas, sin embargo, “más allá de cualquier pronóstico”, seguimos luchando, viviendo, tratando de sobresalir, de no darnos por vencidos. Como esas ramas que crecen sin aparente abono, así estamos los venezolanos, porque sabemos que estar bien no es una opción, sino una necesidad.

Querido diario, las esperanzas crecen y pueden iluminar un día aciago…

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HASTA MAÑANA

*Todas las fotografías fueron tomadas con mi celular Blu C4CO5Ou. Android dua y trabajadas en Canva