DECIMO SEGUNDO CONCURSO: "PALABRAS INSPIRADORAS"/TODOS SON BIENVENIDOS!/ #WORLDOFXPILAR / MADRE "MI MALULA"

Buenas noches amigos de la comunidad #worldofxpilar hoy pasaba por aquí para hacer mi entrada en el concurso de @franyeligonzalez PALABRAS INSPIRADORAS "MADRE". De verdad te felicito por hacer seleccionado tan sublime e importante palabra para esta semana. En lo que leí que se trataba de esta palabra inmediatamente puse mi mente a trabajar en organizar todo lo que expresaré sobre mi MALULA (MI MADRE). Gracias @franyeligonzalez por la oportunidad que nos esta semana de poder contar sobre nuestras amadas mamás.

MADRE, MALULA, MAMÁ. Se llamaba Gladys Dolores Gazzaneo Santana, fué la 3era hija de mi abuela. Conocida por todos como la comelona de la casa. Era muy probable que consiguieras de ella todo si con una empanada en la mano llegabas frente a ella con cualquier petición. Malula, mi Malulita, una mujer hogareña, recatada, enchapada a la antigua. Criada como todos mis tíos con muchos valores, forjados por mi abuela Doña Blanca Rosa en el ejemplo y no en las palabra. Una mujer de conducta intachable, un carácter regio, un impetud impacable, la mujer maravillosa que nos enseñó a sus hijas sobre principios, honestidad, verdad, trabajo duro y contante.

Malula fué siempre la alcahueta, consentidora de todos sus seres amados, con unas manos de ángel para todo lo que hacía, especialmente para la cocina. Recuerdo siempre a los vecinos de mi vereda llegar a mi casa a preguntarle Sra. Gladys que está cocinando que nos tiene locos con el olor tan rico. Y asi era ella, la que montaba en una olla algunos tomates, con sus ingredientes secretos, unos kilos de amor y esmero y nos ponía a todos a delirar con el olor. La comida más divina se servía en la mesa de mi casa, y salía a la casa de los vecinos, porqur Malula era consentidora y consecuente con las personas a su alrededor. Las tardes en casa llena con mis tíos buscando el tan famoso café con leche en licuadora, las largas horas en diciembre haciendo las hallacas, robándonos los huevos y las propias hallacas luego de estar listas, porque eran estrictamente contabilizadas para que rindieran para todos, aunque siempre hacian tandas de 1000hallacas que terminaban acabánfose a mediados de marzo.

Esa era mi Malula, la del olor a aliños sofriéndose en la cocina, la de la taza de café con leche, las agujas de tener, la música a todo volumen mientras limpiábamos. La mujer de temple, estrictas normas, y una fuerza interna insuperable.

Madre de dos, Mari, mi hermana mayor y yo. 16 años de diferencia, decían, Milagros fué un pelón. Pero ese pelón fué tan amado, criado con tanto esmero, con tanto amor, con tantas lecciones, con tanto aprendizaje, que hoy soy una mujer dichosa y feliz.

Estrictas normas, si, Malula nos enseñó a hablarlo todo, a solucionar todo dentro de las puertas de nuestro hogar, dialogábamos, peleábamos, volvíamos a dialogar y cuando el sol salía todo quedaba atrás como un problema resuelto. Pero hubieron normas, estrictas, inauebrables, terminos que no tenían punto medio, HONRRADEZ, SINCERIDAD, TRABAJO DURO, HONESTO, AMATE, ERES GRANDE, ERES HERMOSA, NADIE TE PUEDE PISAR, NADIE TE PUEDE TOCAR, JAMAS TOMES LO QUE NO ES TUYO, RESPETA, NO HAGAS LO QUE NO TE GUSTA QUE TE HAGAN, terminos que no se discutían, eran así y ya. Con ejemploz nos enseñó que cada una de esas palabras nos forjaba como personas respetables, de alma limpia, de conciencia tranquila.

Nos hizo mujeres de bien, nos cuidó, protegió, como fiera que cuida sus cachorros, y en medio de toda aquella burbuja de protección en la que nos tuvo, también nos preparó, para el inevitable día en que ya no estuviese. Verla partir fué literal la muerte, si, morimos ese 26 de noviembre. Pero su fuerza, sus palabras, sus recuerdos dando vueltas en nuestra cabeza nos trajeron de regreso. Día a día como una gota de agua sobre una planta, así era sobre nosotras, sus recuerdos eran las gotas de vida que nos traían de regreso.

Y regresamos, como honrrar todo lo que nos enseñó si nos quedábamos en el suelo, para eso no nos había criado, eso no nos había enseñado. Y volvimos a reír recondando sus anécdotas, sus locuras, las lágrimas poco a poco se convertían en sonrisas. Y hoy 11 años después, seguimos luchando como ella nos enseñó.

Malula la de la vueltica en las tardes, llámese vueltica salir a las 6pm a pasear por toda la ciudad en el carro escuchando música a todo volumen, la que recogía cuanto perrito de la calle encontraba y lo rescataba, la que nos tejía los bordes de los pantalones A TODOS (hombres o mujeres en la familia) cuando nos quedaban cortos. La que salía a orinarse en todos los baños públicos que encontraba. Malula, la ocurrente Malula que le robaba la comida a mi abuela, porque era una gordita comelona, podía llorar, literal, llorar, si tenía hambre y no comía rápido.

Si mis palabras llegan a ti, y estoy segura que si, solo puedo decirte GRACIAS MAMA, el camino contigo y tus locuras fué increíble, maravilloso y nutrido. Ahora sin ti, le falta tu sazón, pero sigue siendo maravilloso ppder seguir viviendo bajo tus enseñanza, recordándote, riéndonos de tus locuras. Somos felices, gracias a ti.