CONCURSO SEMANAL CREANDO HISTORIAS SEMANA 26: EL ROJO DE SUS LABIOS!
EL ROJO DE SUS LABIOS
Pocos creerán mi historia, y es que si yo no lo fuese vivido también me sería difícil creer algo así...
Hace un año conocí a esta mujer, cuando la vi por primera vez mi corazón se quería salir, media aproximadamente 1,65 o 1,70, casi tenía mi estatura, alta, delgada, piel blanca, ojos cautivadores y lo más llamativo sus labios tan rojos como la sangre.
Ese día iba caminando de regreso a casa, salí tarde de la universidad y pase cenando por el restaurante más cercano a casa, la noche estaba fría así que iba caminando algo rápido, hasta que escuche un grito en un callejón que acababa de dejar atrás, no pude continuar pues alguien necesitaba ayuda.
Regresé corriendo, pero desde la entrada no se veía nada, cuando decidí adentrarme al callejón logré divisar a aquella mujer.
- estoy bien, no te preocupes solo salió un gato y me asuste. No debí gritar siento mucho haberte preocupado.
- qué alivio, realmente pensé que algo malo le había sucedido, no debería caminar sola por callejones y menos a esta hora.
- lo tendré presente- dijo la mujer mientras se acercaba y mi corazón se aceleraba aún más.
La policía llegó justo cuando estaba muy cerca de mi.
-llamaste a la policía dijo la mujer mientras alzaba su ceja derecha.
-todo bien? Dijo el oficial.
- pensé que alguien te asesinaba. Si oficial, todo está bien-. Ella tuvo que ratificar la información para que el oficial se fuera.
Ella continuó su camino y yo el mío, llegue a la casa, me cambié y me fui directo a la cama, pero no podía dejar de pensar en lo sucedido, fue un grito bastante tenebroso para ser solo por un gato.
Al día siguiente fui a la universidad, pues solo me faltaba entregar el trabajo final y estaría graduado, había conseguido que las asesorías fueran continuas. Cuando estaba sentado en la oficina con mi profesor, tocaron la puerta, era aquella mujer.
- señorita Ruiz, hasta que se digna a aparecer-. Dijo el profesor.
- buen día profesor, estaba indispuesta, problemas familiares, quería saber si aún me puede asesorar o tengo que buscar otro profesor.
Salí con una alumna de aquella oficina, ahora no sólo debía encargarme de mi trabajo sino asesorarla a ella. Esa mujer me intrigaba, había algo que no me terminaba de encajar. Organizamos el horario junto al profesor, ella estaba bastante atrasada así que eran continuas.
Así comenzó lo que desafortunadamente no tendría un final feliz, los primeros días llegó llena de energía, con sus labios rojos como la sangre, día tras día empecé notar que eso cambiaba, sus labios palidecian, me tomé el atrevimiento de preguntarle, ella solo me miro y se fue, pasaron dos días que no supe de ella, no respondía ni siquiera mis mensajes.
Al tercer día cuando ya había decidido ir a su casa, Heleí apareció en mi puerta, radiante como si nada fuese pasado.
- escucha, estoy enferma, asi que cada cierto tiempo no me verás, no necesito que me hagas preguntas asi que solo ayúdame a terminar mi trabajo y listo.
- puedo saber al menos que tienes?
- Digamos que tengo un problema con la sangre.
- no es suficiente pero, está bien.
Así pasó el primer mes, se desaparecía por días y luego regresaba como si nada, empezó a contarme de su vida y más que solo un trabajo alcanzamos un nivel de amistad muy alto, al menos eso pensaba yo.
Un día llegó a la casa, era muy tarde, cuando abrí la puerta estaba pálida, blanca como un papel, -ya no quiero hacerlo- dijo antes de caer en mis brazos, justo en ese momento llegó su hermano mayor, me dijo que no me preocupara, la subió a su auto y se fueron.
Esta vez desapareció por todo un mes, la vi en la universidad, y sin dudarlo me acerqué.
- Heleí.
- ya terminé el trabajo, el profesor me hizo las últimas correcciones. Gracias por tu ayuda.
- solo así? Eso es todo? Casi te mueres frente a mi puerta y solo me dices que ya?
- Nic, no puedo decirte nada más-. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
- confía en mí, solo quiero ayudarte. Yo te quiero.
- cuando te diga la verdad, me temerás y eso que dices sentir por mí se volverá nada.
- pruébame. (Palabra que fuese cambiado si fuese sabido la situación.)
Me miro fijamente y me dijo -esta noche te veré en tu casa.- y solo se fue.
Esa noche me contó lo que para mí era increíble
- dices que mis labios son rojos como la sangre, y precisamente eso los mantiene así.
- no te estoy entendiendo, se un poco más clara por favor.
- ese día que vine a tu casa palidecida, casi muero, si no fuese sido por mi hermano fuese muerto, y estaba lista para aceptarlo. No quería seguir haciéndolo por tí, nunca había sentido algo tan lindo cómo lo que siento cuando estoy contigo, pero, lastimar a otros solo por vivir, eso realmente no es vida.
- eres como una vampiro? ¿ Me estas jugando una broma verdad? Ese es el "problema" que tienes con la sangre?
- si, bueno creo que no fue la mejor manera de decirlo.
- me estás diciendo que matas a las personas?
- no, no es así, solo tomo parte de su sangre. Y no los muerdo en el cuello ni nada de eso. Saco la sangre con una jeringa y luego la tomo, todos me critican por eso y aún más cuando llego a un estado crítico en el que me veo obligada a hacerlo. Ese día en el callejón cuando nos vimos por primera vez no fui yo quien grito.
- acababas de alimentarte, por eso lucias así.
- las personas le temen a lo que no conocen y aunque no mataría igual me temerán por necesitar consumir sangre para vivir.
- yo podría darte de mi sangre, si sacamos en cantidades prudentes podrías dejar de atacar a las personas.- ella solo me miro y sonrió.
- gracias Nic, pero no quiero lastimarte! Al cabo de un año estarías muy lastimado.
- como lo sabes? Intentémoslo, si me siento mal pararemos, te lo prometo.
Y así inicio un nuevo intento, al principio funcionó perfectamente, salíamos , compartíamos, terminamos finalmente nuestro trabajo y logramos graduarnos.
Pero, como ella lo dijo, empecé a sentirme débil e intente ocultarselo, funcionó por un mes más hasta que un día llegué a la casa y estaba una nota en la cama.
"Fue un placer coincidir contigo, pero no puedo dejar que te lastimes por mi culpa, se que no estás bien, espero sinceramente que te recuperes, espero volver a verte, cuando sea el momento te buscaré.
Posdata: gracias por dejarme probarte, ese día que lo dijiste no pensé que realmente pasara.
Te Amo"
Publicado en Twitter
Saludos amiga @mcarol19
Interesante historia donde el amor se hace presente a través de un sacrificio donde la sangre era compartida para mantener la vitalidad de su pareja.
Gracias por su entrada al concurso.
Participante #4
Encantada de participar amigo @adeljose!
#venezuela
Buena historia, con un poco de misterio.
Gracias por leer 😊! Genial que haya sido de su agrado!
#venezuela
Me encantò tu historia, muy romántica!Saludos!
Genial!, Muchas gracias por tu comentario!😊