Una imagen, una historia

Un saludos a todos. En esta ocasión me uno al reto propuesto por @franyeligonzalez en esta edición de "UNA IMAGEN, UNA HISTORIA", así que los dejo con mi historia.

_Fuente

Bajo la luz que proporcionaban las lámparas de la parada de autobús, una joven de cabello rojo disfrutaba de su lectura nocturna mientras esperaba el medio de transporte. Al ser ya tan tarde, podía encontrarse alguno que otro personaje indeseable, aunque eso casi nunca pasaba… Casi. Se aproximó a ella a grandes y torpes zancadas y cuando estuvo lo suficientemente cerca, balbuceó algo obsceno. Era un borracho que acababa de salir de un bar de mala muerte de una de las calles de más abajo.

Ella le sostuvo la mirada, inmutable, como si no fuera consciente del peligro inminente, él la tomó del brazo e inició un forcejeo. De la nada, un sonido sordo acompañando del viento cortándose por un rápido movimiento, cuando miró de nuevo, el borracho estaba en el suelo y frente a ella se encontraba el perfil de un chico asiático. El borracho corrió como pudo, el chico no dijo nada mientras seguía su huida con la mirada. Ella tampoco dijo nada.

Al cabo de un tiempo, el joven de sentó a su lado.

-¿Estás bien?- Preguntó él.

-Claro que sí, tenía todo bajo control, no era necesario que intervinieras- respondió ella con una falsa suficiencia. Él alzó sus cejas y sus labios asomaron una sonrisa ante esa mentira, sabía que seguía asustada -un asiático que sabe artes marciales, que cliché- continuó ella.

-Eso soy, un cliché ¿de qué trata tu libro?- respondió él. Ella se sintió sorprendida, pensó que con sus comentarios lo ahuyentaría, pero no, él continuaba interesado en ella.

-De una pelirroja que asesina a un asiático que hace demasiadas preguntas- declaró mientras volteaba su rostro en su dirección y sus ojos se hicieron frente.

El chico abrió muchos sus ojos, sorprendido por su ingenio y tras unos segundos, soltó la carcajada más sincera que podría oírse, ella no tuvo más opción que reír con él. Se hicieron compañía esa noche hasta que ella tomó su autobús. Él volvió la noche siguiente y las que siguieron a esa. Nunca se separaron de nuevo.