Jinetes.

Se escucha nuevamente, a lo lejos, el galopar. Llegué hace tres días al pueblo, no vengo desde... No recuerdo, nos fuimos siendo un bebé. No supe de mi pueblo Natal, hasta ahora. En su lecho de muerte, ella, me hizo prometer que vendría al cumplir mis 35 años.

Estoy aquí, en mi pueblo, un pueblo lleno de misterio y soledad.

Cuentan que no llegue solo, que también llegó el fantasma de Santiago y la hora de competir por la tierras. Sí gana él, la tierras serán malditas y sí yo ganó, habrá abundancia. Por el momento, están olvidadas, del bien y del mal, nadie sale ni entra, excepto yo.

Solo hay un gran problema. No sé cabalgar. Si hubiese asistido a las clases donde mi madre me metió. Quiero huir. Le mentí a ella, diciendo que aprendí, ahora no le podré mentir a la vida.

Es hora de la verdad.