Me complace una vez más compartir con esta comunidad mis sentimientos y pensamientos. Deseo que todos se encuentren muy bien de salud. Desde hace días sentí la motivación de participar en este concurso porque me llamó la atención la frase con la cual debemos inspirarnos para escribir, me encanta hacerlo y es un placer reencontrarme con la comunidad.

       En la vida todos vivimos experiencias increibles que nos hacen reflexionar sobre muchas cosas. Mi vida ha estado llena de sorpresas en donde he vivido momentos de agonía, pero son más los momentos de felicidad que he disfrutado y una de las cosas que siempre me han motivado a conectarme con mi ser es la música. La música es como una medicina, la disfruto mucho.

       Desde muy niña nadie de mi familia se inclinó por apoyarme a conocer más de la música, me tocó descubrir ese mundo mágico al lado de una de mis hermanas. Recuerdo que desde pequeñas cantabamos todas las propagandas de televisión y hasta nos inscribiamos en festivales escolares solas. Un día se apareció mi papá con un cuatro de regalo sin llevarnos a ver clases con ningún profesor, así que nos tocó investigar y practicar solitas.

       Aunque parecía imposible poder lograr cosas con la música, nosotras siempre buscábamos una excusa para no salir de las notas musicales y conseguimos unos libritos de Ivan perez Rozzi, allí salían muchas canciones de Gualberto Ibarreto, todas tenían la guía de cómo tocarlas, así que cada vez se nos hacía posible tocar el cuatro sin problemas y ensayabamos todos los días después de hacer las tareas.

       Pasaron los años y la música nunca salió de nuestras vidas, sin embargo a mi hermana comenzó a gustarle más la actuación, pero nunca dejó de cantar. En mi caso el canto me inspira mucho, cuando canto siento algo muy hermoso, vivo y siento la música. Entonces a medida que fué pasando el tiempo me interesé en aprender mucho más del canto.

       Comencé mis estudios en mi ciudad de Cumaná con el maestro Edmundo Centeno y estudiando con él me pasó algo que no olvidaré. Como amo la música clásica comencé a formar mi voz en el género Lírico y durante mis estudios me propuse a lograr cantar "La Reina de la noche" de la opera de Mozar conocida como La flauta mágica ". Realmente era todo un reto para mi aun iniciando mis estudios.

       Un día le pregunté a mi maestro si él consideraba que podía cantar esa obra y me dijo que si, yo emocionada le dije:" comenzaré a estudiarla ". Entonces me dijo que podría cantarla muy bien dentro de 2 años. Por un instante me sentí afligida pero nunca me di por vencida, asi que me dije a mi misma " Debo estudiar para lograrlo". Así fué, pasó el tiempo hasta que le dije: Ahora sí, estoy lista, y me tocó cantarla en un concierto Lirico de la cátedra frente a mucha gente, pero lo hice.

       Al terminar me fui a llorar de emoción detrás del telón, no podía creerlo, fue tan bello lo que sentí ese día, así que asumí el compromiso de seguir estudiando y fue así como logré entrar al conservatorio de Musica Simón Bolívar en la ciudad de Caracas. Este fue otro reto, tenía mi bebé recien nacida y así mismo me la llevaba para las clases. Nada lo vi imposible en el mundo de la música porque más podía el amor por ella que otras cosas.

       Hoy en día soy fundadora de la Fundación Arte y Ópera en la Ciudad de Cumaná junto a mi esposo @danieldedosd2. Allí damos clases desde el año 2015 a jóvenes de todas las edades sumando más de 120 alumnos. Todas las adversidades que hemos vivido nos han fortalecido y nada lo vemos imposible porque nos dedicamos a lograr que cada uno de nuestros Alumnos sigan soñando.