Saludos amigos de steemit

Imagen creada con CANVA Fuente

A veces, cuando tengo tiempo libre, me paro a pensar y caigo en la cuenta de que mi vida ha cambiado tanto que no la reconozco.
No se en que momento mi trabajo me absorbió tanto que perdí la noción del tiempo, dejé de cuidarme físicamente e incluso dejé de darme caprichos, esos caprichos que me hacían sentir bien, sentir viva y tanto me gustaban.

Estos pensamiento recorren la cabeza de Noemí, una empresaria a la que su trabajo comenzó apasionándole, pero que mas tarde en algún momento pasó a obsesión dejando por completo todo lo que a ella le gustaba y hacía feliz en esa época como por ejemplo ver una buena serie, pasear por el paseo marítimo o quedar con sus amigas.

Un día se levantó con un pequeño dolor de vientre. El dolor era tan agudo que llamó a una amiga para que la llevara a urgencias del hospital mas cercano para que le dieran algo para calmarla. Tras varias pruebas le dijeron que tenía que operarse de apendicitis.

Durante esa operación le dijeron que tenía bastante estrés y que tenía que tomarse la vida mucho mas tranquila. En ese momento tan malo de su vida, Noemí decidió ir a pasar unos días de reposo con su madre que vivía en el pueblo donde nacieron sus abuelos.

Fuente

Una tarde, con el sol cayendo, salió a pasear por la orilla de un rio que cruza su pueblo. Allí en ese entorno tan rural donde el único ruido que hay son los pájaros y el crujir de las ramas de los árboles movidos por el viento, volvió a sentir esa paz mental que siempre había tenido antes de comenzar a trabajar en aquella empresa, también entendió que hay cosas mas importantes que el trabajo y por su puesto que hay que dedicarse a uno mismo mucho mas tiempo de lo que lo hacía, así que decidió pedirse una excedencia para pasar tiempo con su madre.

Al llegar a casa de nuevo, se preparó una taza de café, abrió un viejo libro que tenía desde hace años sin terminar y continuó leyendo por donde lo había dejado mientras veía caer el sol por detrás de los árboles a orillas del rio que pasaba justo por debajo de su terraza.

Al terminar, abrió su portátil, redactó una carta con su propuesta de excedencia y la envió sin pararse a pensar ni un solo minuto.

A veces se nos va la vida persiguiendo la felicidad sin darnos cuenta de que la felicidad la tenemos en las cosas sencillas.

---

Invito a mis amigos @Rofeliz y @nerengot a participar.

Saludos @kikenexum