Otro día infernal

Antes soportabas todo, era irreal, no se podía entender cómo seguías ahí junto a mí. Fue tanto el daño que te hice que llegó el punto de no retorno y ya no te vi nunca más. Lo último que te hice ni siquiera respondiste ni te importó: cuidarme, ayudarme, quererme.

Y esto es un dolor punzante que me llena de que nada valgo, que nada soy, y vivir esta época de mi vida es cada día una ocasión horrible que no sé cuándo me dará la rotura el corazón que todas las horas anteriores intenté reparar. Y nada sirve, nada ayuda, esta desolación es tan brutal que no existe solución.

Así me dejaste un día y ese día se aleja en el tiempo y no sé nada de ti y no sé cuánto más durará esta guerra conmigo mismo, porque a nadie le importa y nadie me ve. Finalmente este es el final de alguien que no te cuidó ni te amó como te merecías y lo bueno es que ya no puedo ni hablarte ni verte, así ya no te hago más daño y nunca más soportar nada de mí.

Ojalá te pudiera olvidar, ojalá no te hubiera conocido, así nunca te hubiera causado mal y tampoco hubiera conocido tan inmenso y largo dolor. Pensé que me iba a morir, pero ni para eso sirvo. Invisible me dejaste, sin razón de ser, sin ningún contenido dentro de mí.

Cuando creo recuperarme, tu recuerdo me asalta como un ladrón y una sombra de tristeza me envuelve hasta mi ruina. Oh, que el amor no exista más, que el amor muera sin recuperación, que por fin deje mi vida y que nunca jamás vuelva a mí y me deje vivir en paz en mi soledad absoluta.