La historia es una cosa común que puede ocurrir a cualquiera en cualquier lugar aqui presentamos

Él tenía una vida normal, padre de familia con sus dos hijos, pero no era muy atractivo y su hermano sí lo era. Su esposa siempre le decía: "Mira a tu hermano Mikel, qué lindo auto y casa tiene". Por dentro, a Peter le hervía la sangre. Entonces, en lugar de matar a su hermano, pidió un préstamo. Como no se lo daban, lo solicitó a una financiera mafiosa, desesperado por conformar a su esposa. Así que tuvo el dinero, compró un auto mejor y mejoró la casa, pero su esposa solo manifestaba satisfacción a corto plazo. Entonces decidió irse de la casa, solo tomó el auto, algunas prendas, y se fue al otro lado del país. No le importaron los hijos ni la esposa; ya no quería sufrir más comparaciones crueles de una persona que evidentemente no lo amaba.

Llegó la hora de pagar las cuotas fantasiosas de la financiera. Ellos llegaron a la casa y preguntaron por Peter. Ella les dijo que no sabía más nada de él y que estaba preocupada. Ellos, ya sabiendo de las trampas y mentiras, no le creyeron. Entonces pusieron vigilancia en la casa. Pasaron semanas, meses, intervinieron las líneas telefónicas, los micrófonos en la casa, las cámaras térmicas, la radiación wifi, y no encontraron ninguna señal. Finalmente, le dijeron a la esposa que iban a llevarse las cosas de la casa, o de lo contrario sería peor. Así que, poco a poco, se llevaron todo lo de la casa, y finalmente también se quedaron con la casa. La esposa, Susana, se quedó en la calle con sus dos pequeños hijos. Fueron a la casa de su madre, con la que se había peleado, pero la madre es madre y la aceptó nuevamente.

Poco tiempo después, Susana ya no se veía tan bonita. La vida sin dinero se notaba en ella, la confusión, la amargura y la bronca la dominaban, convirtiéndola en un ser horrible. Por otro lado, Peter, en el otro extremo del país, poco a poco fue juntando dinero y abrió un negocio de masas finas que fue todo un éxito. Ganaba mucho dinero y disfrutaba de paz. Tanto es así que se lo veía en las fotos disfrutando de su libertad, lejos de una persona que no lo amaba realmente. Incluso abandonó a sus hijos sin más.